Por decreto quedan fuera la UNAM, IPN, ANUIES y consejos médicos y entran Sedena y Semar; no habrá contrapeso, advierten expertos
Los integrantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), del Instituto Politécnico Nacional (IPN), así como de otras instituciones de educación superior, academias y consejos médicos fueron sacados del Consejo de Salubridad General, cuya función es hacer frente a las emergencias sanitarias del país, por lo que ahora el gobierno federal tomará decisiones en ese órgano sin que exista ningún contrapeso, alertaron especialistas y exsecretarios de Salud.
El presidente Andrés Manuel López Obrador emitió un decreto para expedir un nuevo reglamento interior del Consejo de Salubridad General y así eliminar de éste a la UNAM, al IPN y a la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), entre otros organismos no gubernamentales.
El documento fue aprobado por el órgano colegiado durante su Primera Sesión Extraordinaria de 2023, el pasado 22 de junio, para integrar a los titulares de las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena), de Marina (Semar) y de Servicios de Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social para el Bienestar (IMSS-Bienestar).
“Esto es un gravísimo error que en salud se paga muy caro. Los errores, las omisiones o las decisiones equivocadas cuestan vidas”, dice el exrector de la UNAM y extitular de la Secretaría de Salud (Ssa), José Narro.
Consultado por EL UNIVERSAL, el exfuncionario explica que la creación de ese consejo quedó plasmada en la Constitución como un órgano colegiado, técnico y con autonomía, con el carácter de autoridad sanitaria.
Considera que “es un desacierto completo el haber tomado esta decisión. Me parece que lo que tendremos es un exceso de mortalidad, una disminución de la esperanza de vida y una muy mala cuenta de lo que se va a entregar como resultado. Sacar del consejo a estructuras académicas y quitar de ahí a la UNAM es una pésima señal que sólo confirma la falta de interés en el conocimiento, en la ciencia.
“Esto se suma a muchos momentos, en los que desde la estructura gubernamental se han hecho señalamientos indebidos, injustificados y contrarios a la realidad respecto de la UNAM”, subraya Narro Robles.
Explica que en la estructura del referido consejo quedan la secretarías de Salud, de Defensa Nacional, de Marina, de Hacienda, de Medio Ambiente, de Agricultura, de Educación Pública, el Instituto Mexicano del Seguro Social, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, el IMSS-Bienestar, el DIF, así como las academias Nacional de Medicina y Mexicana de Cirugía.
También quedaron fuera de ese órgano el Consejo Nacional de Humanidades y Ciencia y Tecnología; la Fundación Mexicana para la Salud; la Academia Mexicana de Pediatría; la Sociedad Mexicana de Salud Pública; la Academia Nacional de Ciencias Farmacéuticas; la Asociación Nacional de Hospitales Privados; el Colegio Médico de México; el Colegio Mexicano de Licenciados en Enfermería; el Consejo de Ética y Transparencia de la Industria Farmacéutica; la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica; y la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación.
El extitular de la Ssa indica que a excepción de las academias Nacional de Medicina y Mexicana de Cirugía, todos los demás son representantes del gobierno, por lo que no habrá una voz diferente o discordante.
“Es un error y es un horror. Yo estoy totalmente convencido de que fue un gravísimo error marginar de ese consejo a la UNAM porque tiene una enorme capacidad para poder entender y abordar los temas de salud que no son nada más de orden médico porque tienen que ver con asuntos de ciencia básica”, afirma.
José Ángel Córdova Villalobos, extitular de la Ssa en la gestión del expresidente Felipe Calderón, destaca que la importancia del Consejo de Salubridad General es que orienta la política de salud en el país.
Considera que el hecho de que la UNAM no esté en ese órgano “quita una voz autorizada para muchas de las decisiones, porque finalmente es un órgano de construcción, de deliberación, de aportación de ideas, de poder realmente construir con elementos, y eso sólo se puede hacer con gente capacitada y que esté enterada de lo que ocurre”.
Argumenta que la decisión de hacer a un lado a la Universidad Nacional y a otras instituciones de educación superior, debilita al Consejo, y añade: “Entre menos personas formen parte del consejo, menos opiniones en pro o en contra de las iniciativas que ahí se presentan habrá. Esto empobrece la discusión, empobrece el diálogo y la calidad de los dictámenes, porque no es lo mismo que haya 50 o 60 representantes, a que sean 15 o 20 instituciones.
“Si hay poca gente que pueda opinar, podemos seguir cayendo en un problema grave de mala atención. Que no se diga que sí hay, cuando los que conocen la verdad de las cosas no pueden estar ahí dando su opinión. Esto, sin duda, es en detrimento de la toma de decisiones”, remarca.
Detalla que cuando le tocó enfrentar la pandemia de la influenza, “lo primero que hice fue convocar, como lo marca la ley, al Consejo de Salubridad General constituido por todas esas estructuras y ahí fueron a opinar con muchas ideas sobre lo que teníamos que hacer”.
Opina que esto puede generar como consecuencia “secuelas o complicaciones secundarias para la atención médica de excelencia que deseamos tener en México”.
Médico de profesión y diputado federal del PAN, Éctor Jaime Ramírez Barba advierte: “Si se va a decidir ahora qué tipo de vacuna se aplicará o qué tipo de emergencia hay que atender o qué cosas hay qué prever, el propio gobierno federal decidirá solo sin que nadie lo contradiga cuando sea necesario”, alerta.
“En ese consejo había gente muy brillante, que aportaba sus ideas para la toma de decisiones. El gobierno federal sólo se quedó con todos los tapetes del sistema para decirle a todo sí a Hugo López Gatell”, sentencia.