La empresa petrolera justifica que el proyecto de Dos Bocas ha incrementado su alcance; la obra tiene los vicios de antes y exceso de gastos podría ser mayor, opina especialista
Pese a tener un costo ya de 16 mil 816 millones de dólares, 110% más de lo prometido inicialmente por el presidente Andrés Manuel López Obrador, Pemex negó que la refinería Olmeca, ubicada en Dos Bocas, Tabasco, reportara un sobrecosto.
“Las obras no han incrementado su costo; sin embargo, el proyecto ha incrementado su alcance”, dijo Alejandro Olvera Escárcega, secretario general del Comité de Transparencia de Pemex, en respuesta a una solicitud de EL UNIVERSAL.
No obstante, en hechos documentados en las actas de las reuniones del Consejo de Administración de la empresa productiva del Estado se da cuenta del sobrecosto de esta obra emblema del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, por 16 mil 816 millones de dólares, monto que aún puede aumentar ante la puesta en marcha y las pruebas operativas.
La cantidad es superior a los 8 mil millones de dólares que el mandatario aseguró costaría la séptima refinería del país.
“Aprovecho para decir que va a salir la refinería en 8 mil millones de dólares y hasta podemos ahorrar, pero por eso son buenas estas conferencias, porque queda constancia, todo está grabado”, dijo el 14 de mayo de 2019.
Ajustes constantes
El proyecto ha enfrentado retos, pero las alzas en costos han sido minimizadas por las autoridades.
De acuerdo con la información que Rocío Nahle, secretaria de Energía, compartió en un recorrido con EL UNIVERSAL por la refinería Olmeca en abril de 2022, se añadió una planta de cogeneración para no depender de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Además, se incluyó un gasoducto de 65 kilómetros y un acueducto de 28 kilómetros, “por eso nos fuimos a más. Al principio la refinería estaba en 8 mil 900 millones de dólares y con la ampliación del gasoducto, acueducto y ciclo combinado, nos vamos a 9 mil 800 millones”, dijo la funcionaria.
En el segundo semestre del año pasado, López Obrador reconoció otro sobrecosto.
“En el caso de la refinería de Dos Bocas, pues fue el presupuesto que autorizó el Consejo de Administración de Pemex. Autorizaron 12 mil millones de dólares. Y seguramente van a destinarse otros recursos, porque se están haciendo otras obras, pero no 20 mil millones de dólares”, dijo el mandatario el pasado 20 de septiembre.
Aunque Pemex fue cuestionado a través de Transparencia sobre el monto de las aportaciones que se han realizado a PTI Infraestructura de Desarrollo, S.A. de C.V., empresa filial indirecta encargada de la construcción de la refinería Olmeca, no detalló cifras actualizadas a julio de 2023.
En su respuesta, la petrolera que dirige Octavio Romero Oropeza informó que al cierre de junio pasado PTI Infraestructura de Desarrollo ha recibido 289 mil 38 millones de pesos desde 2019, que a un tipo de cambio de 18 pesos por dólar equivale a 16 mil millones de dólares.
Del inicio de operaciones, López Obrador dijo que se prevé que será en enero de 2024 cuando opere a 100%, aunque la promesa era que arrancara este año, con el fin de alcanzar la autosuficiencia en combustibles, y pese a que la refinería fue inaugurada en julio de 2022.
A la fecha, la capacidad de procesamiento prometida desde que se anunció el proyecto se mantiene en 340 mil barriles diarios.
Promesas, como antes
Esta obra de infraestructura repite las irregularidades que registraban los proyectos en sexenios anteriores, sobrecostos y retrasos por la falta de planeación e improvisación, destacó Edmundo Gamas, director del Instituto Mexicano para el Desarrollo de Infraestructura (Imexdi).
“Tenemos el problema de que en México hacen infraestructura conforme a los ciclos y objetivos políticos, y no de acuerdo con ciclos técnicos y financieros”, dijo.
Recordó que cuando López Obrador quiso licitar la obra con un costo de 8 mil millones de dólares, las empresas del sector dijeron que ese presupuesto era inviable y que se requeriría al menos el doble.
“Se ha tenido que lidiar con los vicios de antes, planear mientras se construye. Así el AIFA, el Tren Maya y esta refinería. Además, con más opacidad”, mencionó.
“Ahora hay que ver los problemas que van a tener estas instalaciones, porque la zona donde está se inunda. Vamos a ver el mantenimiento, y van a sacar los combustibles por autotanque o barco. Los sobrecostos apenas van empezando”.