Asegura que la estrategia educativa del gobierno tendrá efectos más negativos que en la pandemia, que mantuvo a los niños en sus casas; Marx Arriaga es quien decide en la SEP, dice
El exsubsecretario de Educación Básica de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y actual director del Instituto de Investigación Educativa de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Gilberto Guevara Niebla, asegura que en materia de enseñanza el gobierno de la llamada Cuarta Transformación está causando un derrumbe de los aprendizajes de estudiantes de educación básica, que será peor que el generado por la pandemia de Covid-19.
“Lo que están haciendo es terrible. Están precipitando un derrumbe de los aprendizajes. Los efectos serían peores que en la pandemia, que mantuvo a los niños encerrados en sus casas. Pero ahora, yendo a la escuela se perderán aprendizajes por la estrategia educativa del gobierno, que desprecia el conocimiento”, argumenta.
En charla con EL UNIVERSAL, el autor de La decepción y la esperanza, La regresión educativa. La hostilidad de la 4T y contra la ilustración, 1968: largo camino a la democracia y La rosa de los cambios, entre otros, dice que en el actual gobierno la educación se está convirtiendo en una especie de representación teatral, en la que los y las maestras hacen que enseñan, mientras que los alumnos fingen que aprenden.
El especialista enfatiza que decir que los nuevos libros de texto gratuitos para educación básica son comunistas “es estúpido y no tiene ningún fundamento”.
Sin embargo, aclara que los ejemplares son doctrinarios y hasta cierto punto fanáticos y plagados de absurdos pedagógicos.
Comenta que la política educativa de la actual administración está haciendo que las niñas, niños y adolescentes aprendan menos y no desarrollen sus aptitudes intelectuales ni dominen habilidades elementales en áreas tan importantes como las matemáticas y el lenguaje.
“Estamos ante una impostura educativa… una farsa educativa que tenemos que detener.
“Estos hombres trabajaron escondidos, secretamente, sin exhibir lo que estaban haciendo y de repente aparecieron para dar un albazo, para imponer autoritariamente un nuevo modelo de educación, al que seguramente los mexicanos seguirán resistiéndose”, refiere.
A usted, ¿qué es lo que más le preocupa de estos libros?
—Lo más inquietante son los contenidos de los libros. Tenemos que preguntarnos cómo queremos educar a nuestros niños y niñas de la nueva generación, ese es el problema principal. Y yo creo que existe una enorme diferencia entre lo que la mayoría de los mexicanos queremos que se les enseñe a los estudiantes y lo que el grupo encabezado por Marx Arriaga ha hecho.
Los libros están llenos de absurdos pedagógicos y son totalmente repudiables.
¿Está en su derecho una madre o padre de familia de rechazar estos materiales?
—¡Claro que sí! Lo que la ley exige a los autores de los libros es consultar a los padres de familia y consultar a todas las partes interesadas en la educación y no lo hicieron. Pasaron por alto la opinión de padres y de expertos en temas educativos para hacer lo que se les antojó.
El especialista en educación no duda en señalar que con esa nueva estrategia educativa se perderán una o más generaciones porque “de aquí a que se dé un nuevo cambio va a transcurrir mucho tiempo”.
¿Qué clase de estudiantes se están creando en este sexenio?
—En los contenidos de cómo educar a la niñez y a las adolescencias, en la pedagogía y en la didáctica y en la edición de los nuevos libros de texto gratuitos, hay muchas cosas inaceptables. Esto no tiene que ver con una incompetencia de los autores de todo este proyecto, sino más bien es la malicia de estos autores. Es una suerte de perversión intelectual y moral que los lleva a desarrollar una idea de educación que busca no integrar a los alumnos a la sociedad moderna que tenemos, sino prepararlos para convertirlos en agentes de transformación social. Es decir, en revolucionarios, sin que esto necesariamente tenga que ver con el marxismo.
Dice Guevara Niebla que actualmente la Secretaría de Educación Pública se encuentra tomada por el director de Materiales Educativos, Marx Arriaga Navarro, y sus amigos. “No hay gente que con sentido común y preparada para las tareas educativas que acepte la educación desde una perspectiva nacional, moderna y liberal. Marx Arriaga y sus amigos lo que están proponiendo es una idea de la educación antinacional, antihumanista y sectaria, antiliberal”, expresa.
El también exconsejero de la Junta de Gobierno del desaparecido Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación asegura que quien decide en la SEP es el filólogo Marx Arriaga, a quien califica de frívolo, irresponsable y bocón, ya que desde su óptica hace juicios sin fundamento. “Sobre todo su cinismo y frivolidad es lo que lo distingue”.
¿Cómo ve a la titular de la SEP, Leticia Ramírez?
—Es de una personalidad muy oscura. No ha dado muestras de que tiene competencias educativas ni conocimiento sobre las escuelas ni de educación básica. Aunque se insiste en que hace 18 o 20 años fue maestra, su papel como secretaria de Educación ha sido muy gris, muy mediocre. Estoy convencido de que es una persona incompetente para desempeñar esa función. Insisto, el que decide en esa dependencia se llama Marx Arriaga.