En 2022, el 36.3 por ciento de la población vivía en situación de pobreza multidimensional, es decir, 46.8 millones de personas.
De 2018 a 2022, se observó en México una reducción en el número de personas en situación de pobreza multidimensional y en pobreza extrema, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Los resultados del Coneval revelan que, en 2022, el 36.3 por ciento de la población vivía en situación de pobreza multidimensional, es decir, 46.8 millones de personas, desde 51.9 millones en el 2018.
No obstante, la población en situación de pobreza extrema aumentó a 9.1 millones en 2022, desde 8.7 millones en 2018. El porcentaje de la población en esta condición es de 7.1 por ciento.
“Hay una fuerte tasa de crecimiento de los ingresos laborales… puede ser uno de los factores que implica este incremento de los niveles de ingresos totales de los hogares y que a partir de ahí se da esta reducción en los niveles de pobreza”, dijo a El Financiero Bloomberg el secretario ejecutivo del Coneval, José Nabor Cruz.
Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda, escribió en sus redes sociales que los datos revelados por el Coneval evidencian que los programas sociales y las reformas laborales del presidente López Obrador están teniendo un impacto positivo en la disminución de la pobreza y la desigualdad.
Javier Aparicio, catedrático del CIDE, consideró que, si el gobierno espera que se le reconozcan sus logros en cuanto a la pobreza, primero debe explicar de manera clara y transparente lo que se ha sacrificado para conseguirlo.
“Es defendible abatir la pobreza con transferencias monetarias a costa de sacrificar la calidad de la educación y la salud. A costa de desmantelar el sector público”, señaló en su cuenta de Twitter.
Para determinar estas cifras, el Coneval evalúa el comportamiento en seis indicadores de carencia social: rezago educativo, acceso a servicios de salud, acceso a seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, servicios básicos en la vivienda y alimentación nutritiva y de calidad.
“Aquella persona que tenga al menos una de las seis carencias sociales y tenga ingresos promedios mensuales por debajo de la Línea de Pobreza se puede caracterizar en situación de pobreza multidimensional y aquellas que tengan de tres a seis carencias sociales e ingresos promedios mensuales por debajo de la línea de pobreza extrema son caracterizados en situación de pobreza extrema”, indicó el secretario ejecutivo del Coneval, José Nabor Cruz.
Los datos muestran que, entre 2018 y 2022, el porcentaje de la población con un ingreso inferior a la Línea de Pobreza por Ingresos pasó de 49.9 a 43.5 por ciento a 56.1 millones de personas.
“En agosto de 2022, el valor de las Línea de Pobreza por Ingreso por persona al mes fue de 4 mil 158.35 pesos mensuales para las zonas urbanas y 2 mil 970.76 pesos mensuales para zonas rurales”, explicó el Coneval.
En cuanto a un ingreso por debajo de la Línea de Pobreza Extrema por Ingresos pasó de 14.0 a 12.1 por ciento a 15.5 millones de personas, cuyo valor monetario fue de 2 mil 86.21 pesos en zonas urbanas y de 1 mil 600.18 pesos en zonas rurales.
La reducción en la pobreza se ve más pronunciada al comparar las cifras del 2022 con el 2020, año de la crisis económica del Covid-19. En la pobreza multidimensional bajó en 8.9 millones y en la extrema en 1.7 millones.
Preocupa pobreza extrema
La directora general de México, ¿cómo vamos?, Sofía Ramírez, atribuyó la reducción en la pobreza al crecimiento económico y a la reestructuración del mercado laboral a partir de la reforma al outsourcing y al incremento al salario mínimo, pero el aumento en la pobreza extrema refleja la falta de focalización y de atención de estos grupos de la población.
“Nos parece preocupante, aunque sea pequeño, el aumento de la pobreza extrema, porque se habla de un olvido en los grupos más vulnerables y de una serie de políticas sociales que no están atendiendo la raíz del problema”, dijo.
El director de movilidad social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, Rodolfo de la Torre, señaló que “es para celebrarse” la reducción en la pobreza general, porque había un problema de estancamiento de tiempo atrás, pero es negativo que la extrema aumentara en cerca de 400 mil personas en 2022, respecto al 2018.
“El problema no es el orden de magnitud, sino que esta administración duplicó los programas sociales, el monto que les dedicaba y tenía los recursos para reducir la pobreza extrema y dejó que aumentara, entonces esa es la parte bastante negativa”, explicó de la Torre.
Mitad de mexicanos carecen seguridad social
A pesar de la reducción de la población en situación de pobreza, se observa que el 50.2 por ciento de la población carece de acceso a seguridad social, dato que, si bien es inferior al 53.5 por ciento del 2018, refleja que la mitad de los mexicanos no cuentan con estos servicios.
Otra de las señales negativas se observa en la carencia por acceso a servicios de salud con el 39.1 por ciento de la población en 2022, un incremento desde 16.2 por ciento en el 2018.
En rezago educativo la carencia alcanzó el año pasado al 19.4 por ciento de la población, desde el 19.0 por ciento del 2018.
Mientras que en los rubros donde se observa una disminución de 2018 al 2022 fue en carencia por acceso a la alimentación nutritiva de 22.2 a 18.2 por ciento; en servicios básicos de la vivienda se redujo de 19.6 a 17.8 por ciento, y en espacios de la vivienda de 11.0 a 9.1 por ciento.
Fuerte retroceso en salud
Según los datos de Coneval, el 29.4 por ciento de la población en el país es vulnerable por carencias sociales, lo que representó un aumento desde el 26.4 por ciento de 2018, esto es, 5.2 millones más de personas.
Destacó el repunte de 30 millones en la población con carencia a los servicios de salud, que pasó de 20.1 a 50.4 millones, y subió de 16.2 por ciento a 39.1 por ciento del total de los mexicanos. El rezago educativo, se incrementó de 19.0 a 19.4 por ciento a un total de 25.1 millones de personas.
“El avance (en la reducción de la pobreza) habría sido aún mayor si no se hubiera desmantelado el Seguro Popular sin antes contar con una estrategia clara de con qué sustituirlo”, refirió el investigador del Colegio de México (Colmex), Gerardo Esquivel.
En tanto, el catedrático de la UNAM, Octavio Dorantes, señaló que “los datos permiten observar una crisis en el sistema de salud del país, el cual no es nuevo, pero se recrudeció con la crisis sanitaria, en donde tuvimos un fuerte desempleo y por ende muchas personas tuvieron que hacer uso de sistemas de salud privados. Situación que no se ha podido solucionar del todo”, dijo.
De la Torre remarcó que se debe moderar el optimismo respecto a la reducción de la pobreza y “hacer un examen muy profundo de la política social, particularmente la de salud, pero no está de sobra revisar la eficacia con la cual se está dando dinero a las personas”.