El 5 de octubre de 1910, Francisco I. Madero, promulga el Plan de San Luis.

Después de que el Presidente Porfirio Díaz Mori permaneció por más de 30 años en el gobierno, durante las elecciones de 1910, Francisco I. Madero planteó en su libro titulado: “La Sucesión Presidencial de 1910”, la necesidad de que alguien más ocupara el Poder Ejecutivo de la nación, asimismo exponía su intención por ser el próximo candidato a la presidencia.

Su publicación generó una serie de ataques por parte del gobierno en su contra, a lo que Madero se pronunció abiertamente en contra del gobierno de Díaz, y manifestó estar dispuesto a llegar a la violencia armada si no se respetaba el proceso electoral; sin embargo, pese a sus declaraciones, las elecciones favorecieron una vez más a Porfirio Díaz como Presidente y a Ramón Corral como Vicepresidente.

La situación que enfrentó el gobierno de Díaz resultó complicada, por lo que se ordenó la aprehensión de Francisco I. Madero, declarado como peligroso debido a sus intenciones de rebelión, fue capturado en Monterrey y trasladado a San Luis Potosí, donde se le dejó en libertad con la condición de permanecer en la ciudad; sin embargo, Madero evadió la vigilancia y logró escapar hacia San Antonio Texas, Estados Unidos de América, donde publicó el Plan de San Luis el 5 de octubre de 1910.

A través de este documento, desconoció los resultados de las elecciones de 1910 y al gobierno de Porfirio Díaz, e hizo un llamado al pueblo de México para levantarse en armas, señalando que el movimiento daría inicio a la las seis de la tarde del 20 de noviembre de ese año.

El resultado de las acciones de Francisco I. Madero, fue la firma de los Tratados de Ciudad Juárez, el 21 mayo de 1911, dando fin a este episodio con la renuncia de Porfirio Díaz a la Presidencia de la República, y posterior convocatoria a elecciones, de las cuales resultó triunfador Madero en 1911.

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