(ZENIT Noticias / Roma).- El próximo 4 de octubre iniciará el Sínodo sobre la sinodalidad en la Ciudad del Vaticano. De cara a ese evento el Secretario General del Sínodo, cardenal Mario Grech, invitó a interceder por este evento que “es ante todo un acontecimiento espiritual”. Con esa intención y de acuerdo con el Dicasterio para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos, se facilitan tres recursos:
1) Oración universal con intercesiones para un día de la semana
2) Oración universal con intercesiones para la misa dominical
3) Bendición al final de la misa
1) ORACIÓN UNIVERSAL – INTERCESIONES PARA UN DÍA DE LA SEMANA
Esta propuesta de oración de intercesión puede utilizarse en un día de la semana, ya sea como Oración Universal en la Celebración Eucarística o como intercesión en las Vísperas.
Al Espíritu Santo, Creador y Señor de la Iglesia, que la guía a través de los tiempos y mansamente la impulsa siempre hacia adelante, dirigimos nuestra súplica:
- ¡Ven, Tú que siempre haces nuevas todas las cosas!
Ven, Espíritu Santo, alma de la Iglesia: reúne en la unidad y haz fructificar el esfuerzo, la esperanza, el deseo de cada uno de los que se dedican a la Asamblea del Sínodo de los Obispos, te invocamos:
Ven, suave Soplo de Dios, que en Jesús reavivas la llama apagada, devuelves el vigor a la caña resquebrajada, te invocamos:
Ven, Espíritu Creador, que revives los huesos marchitos, reúnes a los dispersos, pones en diálogo lenguas que no se reconocen, te invocamos:
Ven, Fuego ardiente de Dios, que purifica todo pensamiento vano, quema y transforma toda tristeza en la alegría de un nuevo nacimiento, te invocamos:
Ven, Belleza de los pequeños y de los pobres, edifica la bella esposa del Cordero, a través de las lágrimas de aquellos que aman la paz y tienen hambre de justicia, te invocamos:
Ven, perdón de Dios, y conviértenos a tu aliento reconciliador para una nueva fraternidad, te invocamos:
Ven, Sabiduría inaccesible, y llena con tus dones a los sinodales, te invocamos:
Ven, infalible Esperanza de la Iglesia, y suscita sueños y deseos según el corazón de Dios, lo que al ojo humano parece imposible, te invocamos:
2) ORACIÓN UNIVERSAL – INTERCESIONES PARA LA MISA DOMINICAL
Para los domingos XXV y XXVI del tiempo ordinario – A, que preceden a la apertura de la Asamblea sinodal, proponemos algunas intenciones para la Oración Universal:
– Por la Iglesia, en vísperas de una nueva etapa del camino sinodal, para que la presencia viva y operante del Evangelio haga de ella, como de la viña de la parábola, un lugar vital en el que todos los hombres y mujeres que esperan encontrar un sentido para la vida, encuentren lugar, palabra, aliento de esperanza, oremos:
– Por los obispos y todos los participantes en la Asamblea sinodal, para que de la escucha del Espíritu Santo surjan propuestas, a fin de que todo el Pueblo de Dios, en una dinámica de comunión, se sienta realmente partícipe de la vida de la Iglesia y sea testimonio vivo y atractivo de la novedad del Evangelio en el mundo, oremos:
– Por los teólogos: que un don de sabiduría y de revelación acompañe su contribución a los trabajos del Sínodo, para que el don de la fe se haga vida en todo el Pueblo de Dios, oremos:
– Por los jóvenes, buscadores de verdad y de testimonio, de concreción y de espiritualidad, para que gracias al camino sinodal se sientan cada vez más implicados en la vida y en la misión de la Iglesia en medio de los desafíos del mundo de hoy, dando a muchos, con el entusiasmo propio de su edad, la esperanza que brota del encuentro con Jesús, oremos:
– Por nosotros aquí reunidos, en comunión con las comunidades cristianas de todo el mundo: para que, gustando la bondad del Señor que viene al encuentro de cada uno en el cuerpo y la sangre de Jesús, recibamos de Él una mirada nueva sobre el prójimo y seamos testigos de gratuidad en el mundo en que vivimos, oremos:
3) DOMINGO 26 «POR EL AÑO»
BENDICIÓN AL FINAL DE LA MISA
La siguiente bendición puede usarse a discreción del sacerdote.
El propio sacerdote dice la invitación:
Hermanos y hermanas, Jesús prometió que vendría en medio de sus discípulos reunidos en su nombre. En los próximos días, el Sumo Pontífice Francisco abrirá en Roma la primera sesión de la decimosexta Asamblea general del Sínodo de los Obispos. Invocando la bendición del Señor, elevamos nuestra mente a Dios para que, con el favor del Espíritu Santo, nos fortalezca en la comunión, nos conduzca a toda la verdad e ilumine sin cesar a los participantes en la Asamblea sinodal.
Entonces se produce la liberación. El sacerdote, de cara al pueblo, extendiendo las manos, dice:
El Señor está contigo.
La gente responde:
Y con tu espíritu.
El diácono, o en su defecto el propio sacerdote, dice la invitación:
Inclínense ante la bendición.
Entonces el sacerdote, extendiendo las manos sobre el pueblo, dice la bendición, respondiendo a todos:
Amén.