San Joaquín, Querétaro
El encanto de San Joaquín se acrecienta con su altura, cuando el clima se vuelve frío y húmedo, con las construcciones y vestigios pictóricos, fríos testigos de la vida de sus antiguos pobladores. Además, la minería merece una mención especial en la historia prehispánica de San Joaquín, nombrado Pueblo Mágico en el año 2015.
La multiplicidad turística de San Joaquín, ofrece al turista un sinfín de actividades para realizar. Entre ellas, se puede visitar el Parque Nacional Campo Alegre, zona arbolada para disfrutar de agradables días de campo. El lugar cuenta con palapas, regaderas, alumbrado y asadores.
La zona arqueológica de Ranas está ubicada a 3 km de la cabecera municipal, en la parte superior de dos cerros. Es considerada un importante Centro Ceremonial, ocupada por los chichimecas, que adquirió importancia por su función como centro de control religioso, político y económico. También ofrece a sus visitantes otros atractivos turísticos como: las pinturas rupestres de El Durazno, Los Azogues y San Francisco Gatos.
Las Grutas de los Herrera es un lugar cuya visita es obligada, es un ejemplo de la majestuosidad de la naturaleza. En su interior se puede admirar las formaciones de estalactitas y estalagmitas que son formaciones de más de 100 millones de años. La cabecera municipal cuenta con sitios de interés turístico como la Piedra Redonda, el Mirador de la Cruz y el Árbol de la Fundación.
También puedes visitar el Museo Arqueológico y Minero, instalado en la planta alta del edificio de la Biblioteca Municipal. En este recinto se exhiben piezas de antiguas culturas indígenas que se desarrollaron lo que actualmente es la comunidad de San Joaquín.
Es aconsejable ir a San Joaquín en el mes de agosto, puesto que en este mes se realizan las celebraciones tradicionales más importantes. Otro evento regional para no perderse es el Concurso Nacional de Baile de Huapango, el cual se efectúa en abril.
Las tradiciones culinarias más representativas están representadas por la carne de puerco en salsa verde con nopales, la barbacoa de borrego y el mole. Los licores de fruta, especialmente los de durazno y manzana, son deliciosos, así como también el dulce de calabaza, el de chilacayote y el ate.