De acuerdo con datos del Banco de México, esa es la máxima cantidad enviada por los connacionales a México para un mes de agosto.
México captó 5 mil 563 millones de dólares por concepto de remesas en agosto, un monto nunca antes visto para un mes similar e implicó un repunte de 8.6 por ciento anual, el mayor de los últimos tres meses, ante la fortaleza de la economía estadounidense que ha propiciado un desempeño positivo del mercado laboral, beneficiando a la mano de obra de origen mexicano.
No obstante, valuados en pesos, estos flujos registraron una caída de 12.5 por ciento anual, en términos reales, y sumaron 10 meses a la baja, ante la fortaleza de la moneda mexicana.
Con el dato de agosto sumaron seis meses con remesas por arriba de los cinco mil millones de dólares, de los cuales, en cuatro superó los cinco mil 500 millones de dólares.
En las cifras acumuladas enero-agosto también reportaron una cifra histórica, con 41 mil 459 millones de dólares, un 9.3 por ciento más que en el mismo lapso del año anterior, de acuerdo con los registros del Banco de México (Banxico). Si bien por monto es un nuevo récord histórico, es también su menor avance desde el mismo periodo de 2020.
Además, en los últimos 12 meses también alcanzaron niveles sin precedente, al sumar 62 mil 028 millones de dólares. De hecho, ya son iguales a 70.8 por ciento de todo lo recibido en 2022.
Gabriela Siller, directora de análisis económico en Grupo Financiero Base, destacó que a tasa mensual, las remesas tuvieron una caída de 1.56 por ciento.
De acuerdo con BBVA, los flujos de remesas a México deberían traducirse es mayor nivel de bienestar para los hogares, pero debido a la inflación y a la apreciación del peso, los hogares recibieron 12.6 por ciento menos que en agosto del 2022.
El Banco Central añadió que las remesas enviadas por residentes en México al exterior en el mes de referencia registraron un aumento anual de 17.3 por ciento, a 104 millones de dólares.
“Con estos resultados, el superávit de la cuenta de remesas de México con el resto del mundo fue de cinco mil 459 millones de dólares, mayor al de 5 mil 35 millones de dólares que se presentó en agosto de 2022″, destacó.
“99 por ciento del total de los ingresos por remesas se realizó a través de transferencias electrónicas, al sumar 41 mil 22 millones de dólares. Por su parte, las remesas efectuadas en efectivo y especie y las money orders representaron 0.8 por ciento y 0.2 por ciento del monto total”, puntualizó.
Impulso de EU
Jesús Cervantes, director de estadísticas económicas del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA), señaló en entrevista, que su fortaleza se justifica por aumentos en las remuneraciones medias de los trabajadores mexicanos inmigrantes en Estados Unidos.
Janneth Quiroz, directora de análisis económico, cambiario y bursátil en Monex, coincidió con ello y agregó que en general la actividad económica de Estados Unidos ha mostrado resiliencia.
“Esto es lo que sigue impulsando que se puedan seguir haciendo estos envíos hacia el país. Esperamos que tengan este comportamiento en lo que resta de 2023″, señaló.
Un análisis de BBVA Research estimó que las remesas seguirán en expansión por la fuerte demanda laboral en Estados Unidos y al muy importante diferencial salarial de hasta 10 veces entre ambos países.
Analistas de Grupo Financiero Banorte reiteraron que el dato fue positivo en un contexto en el que los indicadores de empleo para los migrantes mostraron un ligero deterioro. Solo la tasa de desempleo para trabajadores mexicanos que radican en el extranjero se disparó a 5.1 por ciento desde 4.3 por ciento en el mes de referencia.
Alberto Ramos, economista para América Latina de Goldman Sachs, subrayó que los flujos de remesas están en camino de alcanzar aproximadamente 3.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en este año, y han sumado apoyo a la cuenta corriente y al consumo privado.
Riesgos a la vista
Así como el impulso de las remesas que capta el país está justificado por el dinamismo económico en Estados Unidos, este mismo factor puede debilitar los envíos.
Janneth Quiroz alertó que un aterrizaje suave de la economía en Estados Unidos, misma que podría profundizarse hacia el cuarto trimestre del año, derivaría en menos recursos por parte de los paisanos.
A su vez, Alberto Ramos apuntó que, aunado a lo visto por la analista de Monex, la elevada base de remesas debería llevar a una moderación de los flujos hacia México en los próximos trimestres.
El directivo del CEMLA agregó que “si hay una recesión en Estados Unidos sería inevitable que le pegue negativamente al ingreso de México por remesas. Aún si el peso se deprecia y continúa reduciéndose la inflación interna en México, en su comparación anual van a registrar caídas anuales medidas en pesos constantes”.
En tanto, Banorte pronosticó que “los flujos podrían empezar a verse afectados por el clima electoral en Estados Unidos, con la elección presidencial de 2024 volviéndose más relevante”.
Previamente, BBVA México proyectó que ingresen al país 63 mil 700 millones de dólares por esta vía, lo que representaría un incremento de 8.9 por ciento respecto al cierre del 2022; en tanto, Grupo Financiero Banorte llevó estos flujos a un rango entre 63 mil y 63 mil 500 millones de dólares.
Banco Base señaló que, con base en las cifras publicadas para agosto, estima que en 2023 el flujo acumulado será de 63 mil 229 millones de dólares, con un crecimiento anual de 8.1 por ciento.