“El brazo fuerte”
De Giovanni Corporal.
El caciquismo ha sido uno de los fenómenos más sobresalientes en algunas etapas de la historia nacional. Discutido de mil maneras, la controversia se lleva a los extremos: para unos, ha tenido que surgir como una etapa necesaria en la evolución del país; para otros, sólo ha sido un accidente social provocado por el comportamiento distintivo de la sociedad mexicana.
“Por órdenes del amo fueron violadas las mujeres más bellas de las familias más humildes”. “Por órdenes de los patrones hacendados fueron arrebatadas las tierras más fértiles, de las manos de los humildes”. “Por órdenes del amo se arrasaron las milpas que con grandes sacrificios brotaron del trabajo de los campesinos”. “Por órdenes del patrón fueron asesinados aquellos que se oponían a las órdenes del patrón”. Y así, una y otra vez, hasta en los lugares más increíbles del México de siempre.
“Porque lo manda el jefe perdió su empleo el obrero que rechazaba las injustas órdenes del patrón y las condiciones infrahumanas en las que trabajaban los obreros”. “Porque lo manda el jefe cayó y fueron corridos de sus empleos aquellos que creyeron en la fe del pueblo, y colocados los que deshonestamente aprovecharon en su favor, la fe de éste”. “Porque lo manda el jefe fueron masacrados los que pensaron que el jefe también se equivocaba”. Y así, una y otra vez en todo el territorio de México.
La obra fílmica de Giovanni Corporal, “el brazo fuerte” basada en un libro de Juan de la Cabada, constituye una de las mejores críticas que se hayan realizado sobre el caciquismo. Es una explicación gráfica que señala paso a paso el surgimiento y la caída de estos amos, patrones, jefes o caciques, y la fenomenología social que permite los sucesos.
“El llamado del frente”
Las acciones imperialistas sobre los pueblos del mundo han sido matizadas por una gama diversa de características, pero todas ellas sobre un mismo denominador: la lucha cruel, inhumana en defensa de intereses económicos de los grandes trusts internacionales. Tales acciones se han extendido por todos los confines del mundo a través de diversas épocas históricas: ayer, en la inmensa China continental; hoy, en nuestro país; ayer, la Cuba prostituida y vejada; hoy, en el sur de nuestro continente, en el hermano país chileno; y así, en el tiempo y en el espacio del planeta, hoy y siempre.
Para ejemplificar estos aconteceres qué mejor que dos películas que fueron enlatadas por mucho tiempo: La sal de la tierra y El llamado del frente. Una de ellas corresponde a la época más sangrienta en la historia de Vietnam, vivida hace muy poco y de todos, conocida; la segunda descorre el velo de un episodio doloroso en el México nuestro, los sucesos sangrientos de Cananea, la lucha de los trabajadores mineros por liberarse del yugo explotador y esclavizante.
¿Y el artero robo de nuestro inmenso territorio apá?
El petróleo y sus vivales
Complemento esta entrega con el relato de un suceso ocurrido en Jungapeo con un personaje al que llamaremos “El Petrolero”
El Petrolero y su familia vienen del sur del estado michoacano y se asientan en Jungapeo. Para mantener a su familia empieza a vender gasolina a granel. El energético lo compra y lo almacena en tambos de 80 litros de capacidad. Claro que lleva sus ganancias porque en Jungapeo nadie expende el combustible.
Pasan varios años y se hace acreedor a una estación en forma con dos bombas sucursal de PEMEX, primera en Jungapeo.
En alguna forma un conciudadano le ofrece cambiar a ExxonMobil, pero los dineros de EL Petrolero no le alcanzan. El ofertante le presta el faltante necesario con la condición de compartir ganancias.
Se monta así la lujosa sucursal.
Súbitamente se anuncia la muerte del listo petrolero y lo entierran. Curiosamente nadie ve el cadáver en la lujosa caja mortuoria, pues los deudos no lo permiten.
El prestamista se quedó en “Babibabas” sin gasolinera y sin dinero. Al poco tiempo la esposa del petrolero también desaparece en un pueblo del que nadie sabe ni nadie supo.