JESÚS ÁLVAREZ DEL TORO // Recordando el nacimiento de la revista Ábside

         En ese proceso de contradicción permanente en que ha vivido nuestra ciudad y que sorprende a quien se asoma de forma más o menos meticulosa a sus entretelones sociales, descubrirá movimientos de avanzada y conservadora en cada una de las grandes etapas de la historia nacional.

         En el periodo de la revolución mexicana, Zamora se debatía entre los bandos de quienes proponían cambios radicales en la estructura porfirista que ya sobrepasaba las tres década y que aquí representaban José F. Múgica; José Álvarez Álvarez, Miguel Regalado y Gildardo Magaña Cerda, entre otros.

         Y en el bando antagónico la estirpe de familias del más rancio abolengo como los García y agrupadas en el Partido Católico.

         Uno de esos movimientos se presentará acentuadamente en el periodo de institucionalización de la revolución mexicana y al inicio del sexenio de don Lázaro Cárdenas del Río y se dará a través de la cultura, con el nacimiento de la Revista Ábside.

         El Dr. Tarcisio Herrera Zapién –a quien es justo reconocer como uno de los más grandes continuadores de la obra de los zamoranos- nos regaló sus libros “Historia del Humanismo Mexicano”, sus textos y contextos neolatinos en cinco siglos; editado por Porrúa en el año 2000.

         El regalo en cuestión describe de manera precisa el nacimiento de la Revista “Ábside”, la cual transcribo como un medio para no olvidar a quienes nos antecedieron en este prodigioso valle:

“EL GRUPO DE ÁBSIDE Y EL SEMINARIO CONCILIAR DE MÉXICO. EL ENCOMIUM QUETZALLI

         En una de las visitas que, en 1936, hicieron a don Ángel María Garibay en la parroquia de Otumba sus amigos los hermanos Méndez Plancarte y don Octaviano Valdés, tuvieron una idea memorable.

         Los cuatro relevantes humanistas, maestros del Seminario Conciliar de México, plantearon editar una revista, la cual fue concebida allí, junto al ábside de la parroquia de Otumba: “A la sombra augural de un ábside franciscano, álveo materno de nuestra cultura”. Con estas palabras, en 1936, se abrió el número inicial de Ábside, revista de cultura mexicana, bajo la pluma de su primer director, el doctor en filosofía y teología Gabriel Méndez Plancarte.

CUATRO DECENIOS DE CULTURA

         Esta revista perduró 40 años gracias a la cultura clásica de los cuatro fundadores: ellos habían pisado los mármoles de la Hélade, y se habían graduado en la Universidad Gregoriana, donde las cátedras se dictaban en la armoniosa latinitas scholarum. Perduró en emisiones trimestrales desde 1936 hasta 1978.

         La dirigieron sucesivamente: don Gabriel (de ’37 a ’49), su hermano Alfonso (de ’50 a ’55), el poeta y apologista Alfonso Junco (de ’55 a ’74), y el historiador Eduardo Enrique Ríos (enero del ’75 a abril del ’78).

         El poeta y periodista Horacio Espinoza Altamirano ya ha señalado que el cuarteto fundador “bajo estímulo y voluntad enciclopédica, habrá de lanzarse a la aventura de revisar la totalidad de la cultura mexicana, dividiéndosela por estadios y ciclos: el precortesiano, por don Ángel María Garibay; el de la literatura colonial por don Alfonso Méndez Plancarte; y a su vez su hermano Gabriel, junto con Octaviano Valdés, en la interpretación sobre las maneras de expresarse, insinuarse, plasmar el espíritu nacional a través del barroco y de los poetas mexicanos” (La ardiente mesura. Antología de Octaviano Valdés. Prólogo, selección y notas de Horacio Espinosa Altamirano. Toluca, Instituto Mexiquense de Cultura, 1994, P. 10)

         Con los cuatro fundadores de Ábside colaboraron otros destacados catedráticos del Seminario Conciliar de México: don Jesús Pallares Torres junto con sus dos relevantes sobrinos de méritos individuales, Salvador y Alfonso Castro Pallares. Con éstos, don Antonio Brambila y don José González Brown.

         Fueron también colaboradores eclesiásticos de Ábside:

         Don Joaquín Antonio Peñalosa, don Manuel Ponce, don Carlos González Salas, don Francisco Valencia Ayala, don Samuel Bernardo Lemus, don Tarsicio Romo, don Alberto Valenzuela Rodarte y don Juan Jesús Posadas (quien llegó a ser cardenal, muerto trágicamente en 1993). Además, don Carlos Suárez Ventimilla y don Aurelio Espinosa Pólit desde Ecuador.

         Asimismo, colaboraban el pintor Fernando Leal, el internacionalista Antonio Gómez Robledo, el novelista Agustín Yáñez, el historiador Alberto G. Salceda, el jurista Alfonso Francisco Ramírez, el poeta Alfredo Cardona Peña, el pensador Daniel Kuri Breña, los críticos Alberto María Carreño y Alfredo Boni de la Vega, las poetisas Gabriela Mistral, Concha Urquiza, Emma Godoy, Gloria Riestra y Esther M. Allison.

         Aquí sólo nos concentramos en el núcleo agrupado en torno a los fundadores de la revista Ábside, a los cuales el recordado Ignacio Osorio bautizó acertadamente como “el grupo de la revista Ábside” (I. Osorio R. ensayo. “Jano o la literatura neolatina de México”, en el volumen colectivo Cultura clásica y cultura mexicana. México. UNAM, cuadernos del CEC, 17, 1983, pp. 11-46), el cual siempre vio el clasicismo con un enfoque apologético.”

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JESÚS ÁLVAREZ DEL TORO

Jesús Alvarez del Toro, licenciado en Historia. Director del Museo de Zamora, Cronista de la ciudad de Zamora.

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