Analistas opinan que alza de precios fue impulsada por la distorsión que causó la pandemia; eclipsa la apreciación del superpeso, consideran
Considerada el peor enemigo del dinero, la inflación ha sido más severa en esta administración que en las tres anteriores.
El también llamado impuesto de los pobres acumula un incremento de 28.5% en los primeros cinco años de la gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador, concretamente del 1 de diciembre de 2018 al cierre del mes pasado.
Es decir, la moneda nacional perdió 28.5% de su poder adquisitivo en México, lo que significa que un billete de mil pesos, el de mayor valor en la actualidad, sólo permite comprar hoy el equivalente a 715 pesos de hace un lustro.
Esta pérdida eclipsa la apreciación de 14.2% que el peso ha tenido ante el dólar desde que empezó la autollamada Cuarta Transformación, según el tipo de cambio promedio que reporta el Banco de México (Banxico).
Enrique Peña Nieto acumuló una inflación de 21.5% en sus primeros cinco años; Felipe Calderón Hinojosa, 23.8%, y Vicente Fox Quesada, 25.3%, indica el Inegi.
Con Ernesto Zedillo Ponce de León fue la última vez que el bolsillo de los mexicanos sufrió un impacto más severo que ahora, pues el impuesto inflacionario sumó 198.8% en el periodo similar.
Este gobierno comenzó con una inflación baja en 2019, cuya tasa repuntó en 2020 y 2021 debido a la pandemia de Covid-19, que distorsionó la actividad económica y afectó a las cadenas de suministro, explicó Ricardo Aguilar Abe, economista en jefe de banco Invex.
En 2022 se desató la guerra entre Ucrania y Rusia, lo que provocó un alza adicional, y este año inició el conflicto entre Israel y Hamas.
“La inflación repuntó por una distorsión global de los precios en diversas materias primas e insumos, que respondió a la pandemia y a la situación geopolítica, es decir, lo que más le pegó a la inflación en los últimos cinco años fueron eventos externos”, dijo Aguilar Abe en entrevista con EL UNIVERSAL.
Sin contaminación del salario mínimo
Descartó que el creciente salario mínimo haya influido en la inflación, pues está lejos del promedio de otros sectores productivos.
En 2018, el salario mínimo estaba en 88 pesos diarios, pero subió a tasas anuales de doble dígito y llegará a 249 el año que entra, dio a conocer la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos.
“El mayor salario mínimo todavía no ha contaminado los procesos de negociaciones salariales en segmentos de mayores remuneraciones, como los vinculados a exportaciones”, consideró Aguilar Abe.
Sin embargo, advirtió que otro ajuste similar al salario mínimo en el próximo sexenio puede generar presiones en la inflación.
Desde su punto de vista, la inseguridad no es un problema inflacionario pues las empresas han podido establecerse a pesar de estos problemas que llevan varias décadas.
En su opinión, los precios de los alimentos pueden tener problemas duraderos conforme las condiciones climatológicas sean adversas.
Alimentos cuestan el doble
A partir de que empezó esta administración, los alimentos en el país subieron 45% y también se trata del mayor incremento desde Zedillo, cuando se dispararon 212.4%.
El chile poblano es el producto que más se encareció, con un aumento de 119.8%; seguido de la naranja, cuyo precio subió 111.6%; la zanahoria, 110.0%; el limón, 107.1%; y la manteca de cerdo, 106.4%, es decir, estos alimentos cuestan más del doble que hace cinco años.
En el otro extremo se ubican las computadoras, cuyo precio bajó 20.3%; continuando con las pantallas, pues están 13.9% más baratas que a finales de 2018. También destaca el gas LP, consumido por ocho de cada 10 hogares mexicanos y su precio se redujo 11.5%.
El economista en jefe para Rankia Latinoamérica, Humberto Calzada, coincidió en que la carestía en esta administración responde a problemas en las cadenas de suministro que trajo la pandemia, así como los precios más altos en granos y energéticos por las guerras.
También descartó que el incremento al salario mínimo y los problemas de inseguridad hayan impactado en la inflación.
“Las sequías en algunas zonas encarecen los alimentos de manera periódica, pero se volvieron un fenómeno preocupante”, señaló Calzada a esta casa editorial.
De las 55 ciudades donde el Inegi vigila precios, Jacona, Michoacán, ha tenido la mayor inflación desde que comenzó esta gestión, cuya tasa acumulada llega a 34.7%. Le siguen Tapachula, Chiapas, y Tehuantepec, Oaxaca, donde alcanzó 34.3% y 34%, respectivamente.
En cambio, Toluca, Estado de México, muestra la menor carestía y fue de 24.9% en los últimos cinco años, continuando con Tampico, Tamaulipas, donde llegó a 25%, y Monclova, Coahuila, de 25.5%.
El director para América Latina de Moody’s Analytics, Alfredo Coutiño, detecta una inflación que se resiste a bajar.
“La inflación terminará el año al alza. Ante este panorama de presiones es inoportuno que Banxico empiece a considerar recortes en su principal tasa de interés para el primer trimestre de 2024”, dijo.