Descolonizar el mundo y la vida
Misión liberadora
Agenda 2024
Descolonizar el mundo y la vida
Misión liberadora
Este año 2024 la Agenda Latinoamericana Mundial nos invita a reflexionar sobre nuestras propias raíces culturales, costumbres, forma de ver el mundo y todo ámbito de la vida que la colonización ha infectado, que nos hace partícipes de un modelo planetario que desde hace mucho es insostenible.
Es tentador pensar en un mundo donde todo ser humano, sin importar su ubicación geográfica, considere válidos nuestra cosmovisión, principios y valores, el entendimiento de lo moral y lo ético, lo aceptable e inaceptable, lo malo y lo bueno, lo sagrado y lo divino, lo bello en la cultura y el arte, lo correcto en los roles de cada persona y su lugar en la sociedad, lo que corresponde sobre derechos y deberes, la mejor forma de gobernanza y de gestionar la economía, lo avanzado en cuanto al conocimiento y el desarrollo tecnológico. Esa utopía donde toda persona puede estar segura de tener de su lado la verdad única, que no hay mejor manera de vivir y administrar los vastos recursos del planeta que la que ha desarrollado aquella moderna civilización a la que pertenece. Ponga en su mente la palabra que etiqueta la cosmovisión que ha adoptado y piense “¿no sería maravilloso un mundo donde todas las personas seamos…?”.
¿Por qué vemos como un problema la diferencia, la diversidad, la pluralidad? ¿Por qué entendemos a unas personas como civilizadas y a otras como incivilizadas? ¿Por qué juzgamos a unas como progresistas y a otras como retrógradas? Esto aun siendo personas que luchan por las grandes causas, por las minorías en desventaja, por ese otro mundo que es posible.
Para responder a esto, es necesario hacer un ejercicio sincero de reflexión y reconocer que somos personas colonizadas en todos los ámbitos de la vida. Tenemos en la cabeza la idea de que es necesario desplazar la perversa hegemonía que lo controla todo, pero con una propuesta también hegemónica. Este hecho nos permite reconocer que el pensamiento colonial está instalado en nosotros, que lo vivimos a diario, en el lenguaje, en la vestimenta, en la música que escuchamos y bailamos, en los relatos cómicos que compartimos, en el trato hacia los demás, en las decisiones que tomamos. Esta herencia colonial sigue enquistada en nuestros colectivos, aun tomando conciencia y sincera convicción de actuar por descolonizar lo que esté a nuestro alcance. Somos susceptibles a pretender imponer nuestra verdad, reconociendo en el “error” al que piensa distinto, procediendo a hacer lo que tenga que hacerse para desplazar ese mundo viejo y dar paso a ese otro mundo nuevo, supuestamente más justo, pero impuesto.
Mientras aún hay quienes nos seguimos disputando el título sobre la propuesta más conveniente para la humanidad y el planeta, el tiempo pasa y el planeta se deviene más hostil para la vida. El único mundo que se propone como posible, ya ha colonizado por completo el planeta conocido y sigue extendiéndose hacia lo desconocido, en busca de recursos para una transición que se presenta como salvadora de la catástrofe, que no dejará indiferentes los habitantes y formas de vida que se verán afectadas por los procesos de explotación, transculturación forzosa, despojo y muerte.
El mundo se encuentra bajo una crisis civilizatoria, incluso hay quien habla de colapso civilizatorio. Una sola propuesta hegemónica infecta a cada pueblo que toca, corrompiéndolo, adecuando forzosa y violentamente sus particularidades para hacerlas compatibles con ella, ¡hay que detenerlo! Descolonizar implica permitir que la diversidad de civilizaciones y culturas se desarrollen con sus propias cosmovisiones, costumbres y estilos de vida.
La única convención a cumplir es que no debe haber pretensiones colonizadoras. Ni eurocéntricos, ni asiaticocéntricos, ni americocéntricos, ni indigenicéntricos, ni andinocéntricos, ni africanocéntricos, ni arabicéntricos, ni latinoamericanocéntricos, ni cualquier otra cosmovisión que se pretenda con la misión de exportar a todas las naciones su única verdad.
Este año 2024 la Agenda Latinoamericana Mundial nos invita a reflexionar sobre nuestras propias raíces culturales, costumbres, forma de ver el mundo y todo ámbito de la vida que la colonización ha infectado, que nos hace partícipes de un modelo planetario que desde hace mucho es insostenible. El modelo planetario colonizador imperante se ha valido de diversas armas para extender su dominio, y hoy en día, las tecnologías de la información, la más potente para colonizar a los pueblos y nuestras mentes. Es necesario poner nuestra energía en detener este proceso colonial depredador que acabará con toda forma de vida, hay que descolonizarlo todo, construir un mundo donde muchos mundos son posibles, excepto el actual.
Fraternal-sororalmente:
Agenda Latinoamericana