Nos aseguran que trabajadores de la Comisión Nacional de Búsqueda y de las comisiones locales ya fueron informados de que sus contratos no serán renovados y, en algunos casos, computadoras y artículos de oficina ya les fueron requisados.
En este espacio lo adelantamos el pasado 16 de diciembre, y hoy nos confirman que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ya echó a andar el proceso de desmantelamiento y tiene listas las disposiciones para que las tareas de la CNB vuelvan a manos de las fiscalías, que, de acuerdo con activistas de este doloroso tema, ni siquiera son capaces de atender las primeras llamadas de alerta tras la desaparición de una persona.
La idea, nos comentan, parece ser acabar con la crisis de desapariciones de un plumazo burocrático, pero la realidad que no desaparecerá es la de las miles y miles de personas que buscan a sus familiares en todo el país.
Ahora se entiende por qué Teresa Guadalupe Reyes, sin experiencia alguna en el tema, fue nombrada al frente de la CNB. Su tarea era desaparecerla. (El Universal)