Las relaciones diplomáticas de Nicaragua con Taiwán iniciaron en 1990 con la presidenta Violeta Chamorro, quien derrotó en las elecciones al candidato Daniel Ortega, actual dictador de Nicaragua.
(ZENIT Noticias / Managua).- El Gobierno de Nicaragua declaró la entrega a China de todos los bienes que el Gobierno de Taiwán tenía en el país centroamericano, incluyendo las entregadas a la Iglesia Católica, justo el día anterior al encarcelamiento del obispo Isidoro Moro de Siuna, de la ciudad norteña de Nicaragua.
La asignación de estos bienes se hizo pública el 26 de diciembre por medio de CDNN, órgano de comunicación oficial que expuso el documento de la Procuraduría General de la República de Nicaragua, con la advertencia de que «iniciaría acciones judiciales» a quien hiciera cualquier reclamación.
Dos semanas antes, el gobierno de Daniel Ortega rompió sus relaciones diplomáticas con el Gobierno de Taiwán y negó su reconocimiento a la república democrática e independiente de China Nacionalista (Taiwán). También reforzó su apoyo a la República Popular de China (país distinto a Taiwán), sosteniendo que la isla es parte de su territorio.
Las relaciones diplomáticas de Nicaragua con Taiwán iniciaron en 1990 con la presidenta Violeta Chamorro, quien derrotó en las elecciones al candidato Daniel Ortega, actual dictador de Nicaragua.
El Gobierno nicaragüense limitó al 23 de diciembre la presencia de la sede diplomática del Gobierno de Taiwán en el país, quien señaló «poco tiempo para prepararse para el cierre de su embajada y para que partiera la misión técnica», según comunicó el diario La Prensa.
Las autoridades de Taiwán donaron sus propiedades, incluido el edificio de la embajada, así como bienes y vehículos a la Arquidiócesis de Managua, según confirmó el vicario arquidiocesano, Mons. Carlos Avilés. La Arquidiócesis avisó que se requerían procesos jurídicos para el traspaso. «Toda donación material es bien recibida. Ahora a darle buen uso para el servicio de la gente» declaró entonces Mons. Avilés.
La decisión del gobierno de Daniel Ortega manifestó que «implica el inmediato registro de todos los bienes inmuebles, muebles, equipos y medios, a favor del Estado reconocido, la República Popular China, con absoluta e irrestricta Propiedad y Dominio».