El 2024 es un año fundamental para México, elegiremos entre dos visiones de país; por un lado, la visión que representa el gobierno actual: autoritaria, centralista, antifederalista, estatista, populista, militarizante y cerrada al mundo; por otro lado, una visión democrática, de prosperidad, de inclusión, de respeto al medio ambiente, de defensa de las libertades, un país abierto al mundo y sobre todo con el compromiso de atender el rezago acumulado para lograr que México se consolide como un país de clases medias.
Cada mexicano tiene su propósito en la vida. Creo que venimos al mundo para desarrollar nuestros talentos, ejercer nuestra vocación, para disfrutar el tiempo con nuestros seres queridos y ayudar a los demás, al hacer todo esto es que encontramos la felicidad y nos desarrollamos plenamente como humanos.
Para poder lograr ello necesitamos un mínimo de condiciones básicas; por ejemplo, salud física y mental que nos permitan tener el ánimo y la energía para trabajar en nuestros objetivos y sueños.
Necesitamos seguridad y protección ante cualquiera que quiera transgredir o violentar nuestro cuerpo, nuestra integridad, nuestra familia y nuestro patrimonio. La impartición de justicia es básica para permitirnos concentrarnos en nuestros sueños.
Es fundamental contar con educación que nos posibilite conocernos a nosotros mismos, convivir de forma civilizada en sociedad y adquirir los conocimientos necesarios para alcanzar nuestras metas, incluyendo los objetivos laborales.
Por otro lado, requerimos libertad. Encerrados, silenciados o limitados por la fuerza de las armas no podemos alcanzar nuestros sueños.
El esfuerzo personal no alcanza por sí mismo, necesita estar acompañado de condiciones mínimas y de oportunidades.
Crear las condiciones mínimas para alcanzar nuestros propósitos es la tarea fundamental del Estado y todos los organismos públicos, deben enfocarse en que nuestro esfuerzo rinda los frutos que merecemos.
Los mexicanos queremos que todos tengan esas condiciones mínimas en nuestro país, estamos de acuerdo en que queremos para todos salud, seguridad, educación, libertad y buenas oportunidades, pero hay diferentes proposiciones de cómo alcanzar estas oportunidades y las dos más populares compiten en las elecciones de 2024.
Lo que está en juego no es únicamente quien va a gobernar los próximos seis años, sino está en juego el modelo y la visión de país que queremos y determinará con qué condiciones y con qué oportunidades vivirán los mexicanos de las próximas generaciones.
En México experimentamos una visión de país antes de 2018 que tuvo muchos aciertos, pero también insuficiencias. Por ejemplo, los mexicanos vivimos más y con mayor salud, la esperanza de vida al nacer en México pasó de 55 años en 1960 a 74 años en 2018 y la desnutrición infantil bajó de 40% a 5% de 1940 a 2018. El número de médicos se incrementó mucho, pasamos de tener un médico por cada 5 mil mexicanos en 1910 a un médico por 420 mexicanos actualmente.
Todo esto fue gracias a que se crearon las grandes instituciones de salud como el IMSS, el Programa Nacional de Vacunación y se construyeron los hospitales que hoy atienden a los mexicanos.
Los mexicanos que saben leer pasaron de ser el 57% en 1950 al 95% en 2018, pasamos de asistir 3 años a la escuela en 1970 a casi 10 años en 2018, es decir, la mayoría no acababa ni la primaria y ahora acabamos hasta la secundaria.
Nuestras viviendas mejoraron, sólo 17% de las viviendas tenían agua potable en su tubería, ahora son el 96% de las viviendas.
Mejoramos en tener electricidad, refrigeradores, teléfonos y computadoras en las viviendas, que antes eran un lujo. Además que se crearon y fortalecieron las instituciones que más confianza le dan a los ciudadanos y mejor lo protegen del abuso de los gobernantes como el INAI, el Tribunal Electoral, el INE, el Poder Judicial, el Inegi, el Coneval y muchas más.
Sin embargo, reconozcamos que hubo tres grandes insuficiencias: 1) La brecha de desigualdad y la pobreza se redujeron muy poco y se mantuvieron en niveles ofensivos e inaceptables. 2) No se enfrentó adecuadamente a la delincuencia. 3) Hubo tolerancia y omisión ante actos ofensivos de corrupción.
A partir de 2018, tuvimos un gobierno que se ha dedicado a destruir y no tienen una propuesta de construcción. Estamos en el peor de los mundos porque lo que servía se destruyó y lo que no servía tampoco se mejoró. De continuar así el daño al país sería irreversible
Creo que es útil reconocer que lo que teníamos antes de 2018 no era suficiente y debemos hacer cambios profundos, especialmente combatir la desigualdad y la pobreza.
No obstante, es importante recordar que con este gobierno aumentaron de forma récord las desapariciones, los homicidios, las extorsiones, la violencia de género, el desabasto de medicinas, los mexicanos sin acceso a servicios de salud, el gasto de los mexicanos en servicios de salud privados y consultorios de farmacia, la deserción escolar, la escasez de agua, los apagones eléctricos, la deforestación, la discrecionalidad del gobierno para designar contratos a amigos, la corrupción gubernamental, la opacidad gubernamental, la militarización del país y el deterioro en la infraestructura pública.
El gobierno actual busca imponer un modelo donde todo lo decida un puñado de personas, donde todo el poder quede hiperconcentrado en una Amigocracia, por ello es muy común ver en este gobierno a familiares de los cercanos al supremo líder ser nombrados ministros de la Suprema Corte, Consejeros del INE, Secretarios de Estado y ganadores de millonarios contratos del gobierno.
Por ello es común ver en este gobierno como se ataca a los organismos autónomos que protegen a los ciudadanos de los abusos de los gobernantes. Por ello es tan común ver en este gobierno como disminuyen el presupuesto a los gobiernos locales y los buscan someterlos a la cúpula del poder y cómo buscan imponer una visión paternalista en México, donde todos dependamos de las ayudas del gobierno y demos gracias al gran líder, por ello es tan común ver en este gobierno los ataques a la prensa que no alaba a la cúpula del poder.
México necesita algo nuevo, la ciudadanía se ha expresado muchas veces descontenta con cómo están los partidos políticos en la actualidad. Me agrada la idea de los gobiernos de coalición, me agrada la idea de que no volvamos a darle todo el poder a un sólo partido ni a un sólo grupo pequeño de personas.
Me agrada la idea de que quien gobierne no asuma que tiene todas las respuestas ni lo sabe todo, sino que se someta con humildad a consensuar con todos los segmentos de la población.
Creo que este nuevo sistema político podría ayudarnos a alcanzar el sueño mexicano de un país para todos, donde cada uno tenga las condiciones para alcanzar sus metas y disfrutar su vida.
Es muy importante hacer un cambio porque lo que está en juego es el futuro del país y determinar cuál de esas dos visiones es la que nos permitiría enfrentar nuestros rezagos y aprovechar nuestras oportunidades:
Una visión autoritaria, centralista, antifederalista, estatista, populista, militarizante y cerrada al mundo; o una visión que busca crear en equipo algo nuevo, un México próspero, incluyente, justo, sustentable y en paz, en democracia y en pleno ejercicio de nuestras libertades. A mí no me queda la menor duda de que esta segunda es la opción que le conviene a los mexicanos. Les deseo un muy feliz 2024. (El Universal)