JESÚS ÁLVAREZ DEL TORO // Manifiesto del zamorano Gral. Gildardo Magaña al pueblo de Morelos

Gral. Gildardo Magaña

Junio 27, 1920

         Ya inmersos en el 450 aniversario de la fundación de nuestra ciudad, recordemos a uno de los zamoranos ilustres que nos han dado prestigio en el ámbito nacional e internacional. Lo recordamos a través del manifiesto que dirigió al pueblo del estado de Morelos, el 27 de junio de 1920.

Algunas comisiones de diversos pueblos del Estado de Morelos se han acercado a mí expresándome sus deseos de saber la resolución del asunto relativo a la organización administrativa y política de dicha Entidad y ofreciéndome espontáneamente su adhesión a mi candidatura para el gobierno provisional, sostenida por la mayoría de los jefes revolucionarios del Sur.

Apenas manifiesta esa voluntad de ciudadanos armados y civiles, la intriga esparció alrededor de mi humilde personalidad, gratuitas versiones que han obstruccionado hasta hoy el definitivo arreglo del asunto morelense, haciendo creer que una ambición personal a la que siempre he sido ajeno me animaba aceptar y sostener la decisión de mis fieles compañeros de lucha.

No quise entonces que lo que aún sigo considerando un deber para con ellos, se interpretara por otros como producto de mal sana intensión y convencido de que no solo desde la primera magistratura del Estado de Morelos se puede hacer obra en bien de sus habitantes, ya sea velando por el fiel cumplimiento de las promesas revolucionarias, como colaborando activamente para acrecentar su indiscutible futuro progreso, decliné franca y voluntariamente la inmerecida y honrosa distinción que tanto los pueblos como los jefes surianos se dignaron dispensarme.

Juzgo, pues, de mi deber dirigirme a los habitantes todos del heroico Estado, para hacerles saber que eliminado Carranza de la política nacional y unificada la revolución mexicana, el deber primordial de los que hemos luchado por verdaderos ideales, es trabajar por la sangre hermana derramada durante los largos años de lucha, no sean estériles y que las aspiraciones de los mexicanos queden justamente satisfechas.

En ese sentido, como ayer, en el campo revolucionario, donde juntos compartimos las múltiples asperezas de la campaña, hoy y mañana, dentro del amplio campo de las actividades, que descubre para el futuro la pacificación de Morelos, me sentiré satisfecho con poner al servicio del progresista Estado y en provecho de sus habitantes, con quienes me ligan sagrados compromisos, mi bien humilde, pero mejor intencionado contingente.

Terminada la lucha armada es urgente resucitar todas las fuentes de riqueza que encierra el rico suelo del sur, y para ello, es indispensable que todos sus habitantes tengan las más amplias garantías, la más completa seguridad de que no serán perjudicados en lo más mínimo por la arbitrariedad de algunos elementos de desorden que nada extraño tienen que existan después de una etapa revolucionaria.

Tenga la seguridad el abnegado y sufrido pueblo de Morelos de que todos los que presenciamos su titánico esfuerzo, realizado bien sabemos con cuantos sacrificios, procuraremos que se les haga justicia plena y tengan también la certeza nuestros fieles y antiguos compañeros de que velaremos siempre porque queden satisfechas las aspiraciones que los llevaron a la revolución encabezada por el inolvidable mártir de Chinameca, Emiliano Zapata.

México, D.F., a 27 de junio de 1920.

Gildardo Magaña.

Fuente:

Laura Espejel, Alicia Olivera y Salvador Rueda. Emiliano Zapata. Antología. 
Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana (INEHRM), 
México, 1988. P. 460-461 
(Fuente: AGN, Fondo Genovevo de la O, Caja 19, Exp. 9, f. 63.)

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JESÚS ÁLVAREZ DEL TORO

Jesús Alvarez del Toro, licenciado en Historia. Director del Museo de Zamora, Cronista de la ciudad de Zamora.

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