Pinos y encinos abrigan los sonidos del silencio en ‘La Suiza mexicana’, en donde no hace falta Internet, sólo una conexión profunda con la noche.
Despertar en una rústica cabaña acompañado del silencio sepulcral, que baña un enorme bosque, es una experiencia única que sólo se vive en Mazamitla. Este Pueblo Mágico de Jalisco provoca los sentidos a través de pinos y encinos que bordea un destino localizado a sólo dos horas de Guadalajara.
Mazamitla es ideal para aquellos que buscan escapar del ajetreo urbano y encontrar en la naturaleza un refugio en donde descubrir nuevas y acogedoras aventuras. Para ello diversas hectáreas de bosque albergan encantadoras cabañas, en las cuales simplemente se puede disfrutar de un agradable clima de montaña con el cielo y la luna como testigos.
Para aquellos en busca de experiencias más extremas hay tours para conocer la Sierra del Tigre, con sus 2,800 metros sobre el nivel del mar. Ahí se puede disfrutar de los circuitos de tirolesas y puentes colgantes, desde los cuales es posible descubrir un entorno paradisiaco pintado de verde por montañas y paisajes naturales.
Conocido como ‘La Suiza mexicana, este Pueblo Mágico contrasta el entorno natural con una arquitectura colonial que recubre con su magia y misticismo las peculiares casas diseñadas con puertas de madera y tejados simples, envueltas en un ambiente de armonía.
En el centro de Mazamitla se ubica la Parroquia de San Cristóbal, una construcción arquitectónica ecléctica y características orientales que cautivarán a cualquier viajero. Junto con su propuesta gastronómica en donde sobresale su platillo más típico, el famoso ‘bote’: un caldo preparado a base de pulque con carne de pollo, res y cerdo.
Así, el Pueblo Mágico de Jalisco ofrece desde la posibilidad de disfrutar de una escapada tranquila admirando su arquitectura, deambulando por sus mercados de artesanías y disfrutar de un café al amanecer en medio de un frondoso bosque, hasta propuestas para los amantes de la adrenalina.
En todos los casos, no se necesita señal de Internet: sólo precisas encontrar una conexión profunda con la noche y los sonidos del silencio en Mazamitla.