Los talibanes han aplicado varias restricciones a las afganas, apartándolas casi por completo de la vida pública
Kabul.- La Misión de la ONU en Afganistán (UNAMA) denunció una campaña de arrestos masivos contra las afganas por parte del Gobierno de facto de los talibanes por incumplir supuestamente el estricto código de vestimenta que les imponen los fundamentalistas islámicos.
«La UNAMA está profundamente preocupada por los recientes arrestos y detenciones arbitrarias de mujeres y niñas por parte de las autoridades de facto de Afganistán debido al presunto incumplimiento del código de vestimenta islámico«, dijo en un comunicado la misión de la ONU.
El organismo internacional indicó tener conocimiento de una severa campaña de detenciones contra afganas en las provincias de Kabul (este) y Daykundi (centro), ejecutada por las autoridades del todopoderoso Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio, aunque no precisó el número exacto de detenidas.
Además, denunció que algunas de las mujeres aseguraron haber sido torturadas o mantenidas incomunicadas durante su arresto, mientras destacó que la campaña está centrándose especialmente contra las afganas pertenecientes a comunidades religiosas o etnias minoritarias en Afganistán.
Represión puede generar más aislamiento de mujeres, alerta la ONU
Para ser liberadas, la ONU advirtió que las autoridades exigían que un tutor varón firmase una carta garantizando el cumplimiento futuro del código de vestimenta por parte de la mujer, o de lo contrario, se enfrentaría a un castigo.
«La UNAMA también está investigando las acusaciones de que se han exigido pagos a cambio de la liberación”, agregó la declaración, que señala que esta represión puede empujar a las mujeres a un mayor aislamiento del que ya sufren por las restricciones a las que les somete el Gobierno interino de los talibanes.
Desde que se hicieron con el control de Kabul en 2021, y pese a las promesas de cambio con respecto a su régimen anterior, entre 1996 y 2001, los fundamentalistas han aplicado un goteo incesante de restricciones contra la vida de las afganas, apartándolas casi por completo de la vida pública.
Entre estas prohibiciones se encuentran el veto a la educación secundaria y universitaria, o a que trabajen en la mayoría de los espacios públicos salvo algunas excepciones, además de un estricto código de vestimenta que les obliga a salir a la calle con el rostro cubierto.
En este sentido, la misión de la ONU indicó en su declaración que ha discutido todas estas cuestiones, así como la reciente ola de detenciones con el Gobierno talibán, incluido el Ministerio de facto para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio, a los que pidió la liberación inmediata de las detenidas.