La UNAM emitió recomendaciones ante el repunte de contagios por enfermedades respiratorias en el país.
Ante el aumento de contagios por los virus de COVID-19, influenza y el sincicial respiratorio durante la temporada invernal, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) emitió una serie de recomendaciones, incluido el uso del cubrebocas, previo al regreso a las aulas.
“Los virus del COVID-19, influenza y el sincicial respiratorio mantienen como los principales agentes causales de infecciones respiratorias que en su gran mayoría son ambulatorias y no requieren hospitalización. El número de las hospitalizaciones actuales es mucho menor al del invierno pasado”, dijo la UNAM a través de un comunicado.
La Máxima Casa de Estudios señaló que, aunque no hay indicadores que sugieran alarma, se considera oportuno la adopción de medidas preventivas para evitar más contagios y proteger a las personas vulnerables.
Debido a que en la última semana de enero se reanudan las actividades académicas en la UNAM y otras instituciones que tienen calendario similar, la dependencia recomendó el uso de cubrebocas al estar en contacto con otras personas y en reuniones en espacios cerrados sin adecuada ventilación.
En caso de presentarse enfermedades coincidentes en un grupo académico o área de oficina, la universidad hizo un llamado para no suspender actividades y extremar las precauciones en estrecha comunicación con los responsables sanitarios de cada institución.
¿Qué otras medidas emitió la UNAM para evitar contagios por COVID?
La institución académica dijo que, en caso de pertenecer a algún grupo de riesgo (personas mayores de 60 años, tener comorbilidades, embarazo o pertenecer al personal de salud), es pertinente aplicar la dosis de refuerzo de cualquiera de las vacunas disponibles contra influenza y COVID-19.
También se recomienda abrir puertas y ventanas de las aulas, auditorios y sitios de reunión para promover la ventilación y mantener la higiene en las instalaciones.
Permanecer en casa y extremar precauciones en caso de presentar síntomas de una enfermedad respiratoria y no acudir a los sitios de trabajo o estudio, eventos culturales, deportivos, sociales o realizar viajes.
No automedicarse, mantenerse en calma y vigilar la evolución de la infección para identificar oportunamente cualquier complicación grave.
