FRANCISCO MARTÍNEZ  // Los obispos de Guerrero

         Etimológicamente, la palabra ‘obispo’ procede de episkopos, que quiere decir ‘guardián’ ‘protector’, ‘inspector’, ‘vigilante’. Se la aplica a todos aquellos llamados a ejercer el ministerio, fundado por Cristo, de tutelar al ‘pueblo camino al Padre’. Pablo se refiere a ellos cuando dice: “cuiden el rebaño sobre el cual el Espíritu los constituyó guardianes, encargados de apacentar la Iglesia” (He 20, 28). 

         Que los bautizados todos debemos de tener en gran estima a quienes ejercen ese ministerio, Pablo lo recalca de la siguiente manera: “aprecien el esfuerzo de quienes trabajan con esmero entre ustedes, que los conducen en el Señor y los corrigen. Muéstrenles gran estima y amor por la obra que realizan” (1 Tes 5,12). De hecho, se trata de un cargo toral dentro de la labor pastoral, minuciosamente descrito y testimoniado por ese gran apóstol (He 20, 18-35).

         Hoy en día, un laicismo exacerbado y radical ha llevado a desdibujar, reducir y demeritar el grado y el papel propio de los sucesores de los apóstoles. Se ha vuelto ‘lugar común’, sobre todo por quienes detentan el poder público y manejan los medios de comunicación, desacralizar la palabra, llamándoles ‘líderes,’ en el sentido sociológico de ese vocablo: “quienes dirigen por medios persuasivos y en méritos a la aceptación voluntaria de sus seguidores” (Smith, M, en ‘Dictionary of Sociology’, Philosophical Library, New York, 1944).

         Refiriéndose a ellos, López Obrador, por ejemplo, al plantearle el hecho de que no haya sido su gobierno, sino obispos de Guerrero quienes buscaran entablar un diálogo con criminales para procurar la paz en sus regiones, calificó como positivo que “líderes de la Iglesia Católica hayan dialogado con delincuentes”.

         De hecho, los obispos no deben ser calificados ni como líderes, ni como funcionarios o representantes del papa. Forman parte del colegio apostólico y su potestad procede de Cristo (Dz 960, 966, 1821). Luego su vocación es regir a la manera del Evangelio: sirviendo, siendo los últimos. O como se dice en estas tierras: ejerciendo la marhoatspekua. Que nos es sino lo que han estado haciendo los obispos de Guerrero.

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FRANCISCO MARTÍNEZ GARCIÁN

Estudió Filosofía y Teología, en el Seminario Diocesano de Zamora, Historia en la Normal Superior Nueva Galicia de Guadalajara y fundador de la Universidad Intercultural Indígena de Michoacán.

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