Sheinbaum destacó la “evaluación pesimista del momento actual” y “la visión de que prevalecen el miedo, la impotencia, la desconfianza y la incertidumbre”. Anotó disentir de la militarización del país por la Guardia Nacional, la desaparición de organismos autónomos, la corrupción vigente y los descuidos en la separación de los tres poderes de gobierno.
(ZENIT Noticias / Ciudad de México).- La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) convocó a los candidatos presidenciales de las elecciones para firmar el 11 de marzo un acuerdo en favor de la paz en el país. Los tres candidatos acudieron en manera escalonada para dialogar y firmar el Compromiso.
Los obispos de México, presididos por Monseñor Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey, y el secretario general, Monseñor Ramón Castro, dirigieron el encuentro de la firma del Compromiso Nacional por la Paz que rubricaron los tres candidatos a la presidencia del país, quienes se comprometieron a trabajar por la paz, de distintas maneras.
El 23 de junio del 2022, los obispos mexicanos se dirigieron a la comunidad católica y al pueblo de México “con profunda preocupación por la creciente violencia que sufre nuestro querido país y con una gran tristeza por la pérdida de miles de vidas inocentes que llenan de luto a familias enteras”.
El marco de esta llamada de los obispos fueron los asesinatos que han sucedido durante el sexenio actual, que terminará en septiembre de 2024, y que sumaban 154,084 personas asesinadas (según datos de Eduardo Luis Hernández en la edición mexicana de El País, el pasado 5 de septiembre de 2023).
Los obispos aclararon que “el crimen se ha extendido por todas partes trastocando la vida cotidiana de toda la sociedad, afectando las actividades productivas en las ciudades y en el campo, ejerciendo presión con extorsiones hacia quienes trabajan honestamente en los mercados, en las escuelas, en las pequeñas, medianas y grandes empresas; se han adueñado de las calles, de las colonias y de pueblos enteros, además de caminos, carreteras y autopistas y, lo más grave, han llegado a manifestarse con niveles de crueldad inhumana en ejecuciones y masacres que han hecho de nuestro país uno de los lugares más inseguros y violentos del mundo”.
Sheinbaum firma pero con “peros”
La candidata Claudia Sheinbaum, ex jefa de gobierno de la Ciudad de México, del partido actualmente en el poder, se declaró agradecida por la invitación y manifestó la necesidad de trabajar en conjunto por la construcción de paz. Sin embargo, no compartió lo expresado en varios de los puntos del Compromiso si bien dijo encontrar más coincidencias que desacuerdos.
Sheinbaum firmó el documento anotando sus desacuerdos:
“Firmo el documento en el entendido de que hay una visión conjunta de la construcción de la paz. Sin embargo, hay diversas afirmaciones y propuestas en las que no coincido y a la firma del presente debe anexarse el documento denominado «Sigamos dialogando. Coincidencias y diferencias con el documento Compromiso por la paz. Estrategias de política pública para la paz de la Conferencia del Episcopado Mexicano”.
Sheinbaum destacó la “evaluación pesimista del momento actual” y “la visión de que prevalecen el miedo, la impotencia, la desconfianza y la incertidumbre”. Anotó disentir de la militarización del país por la Guardia Nacional, la desaparición de organismos autónomos, la corrupción vigente y los descuidos en la separación de los tres poderes de gobierno.
Xóchitl Gálvez dice que la propuesta coincide con su plan de gobierno
Por su parte la candidata Xóchitl Gálvez, de la oposición, pidió una reunión de trabajo si toma posesión del cargo electo para implementar las estrategias presentadas. Comentó que entre el Compromiso y su proyecto de gobierno existe “perfecta sintonía y coincidencia”. Añadió que “el desafío más grande que tenemos como mexicanos es reconstruir el tejido social y garantizar una paz sustentable y con justicia”.
Los obispos presentaron la iniciativa con el fin de “construir una ruta para abordar de manera efectiva la acción colectiva que pueda encarar la crisis de violencia y descomposición social que aqueja a nuestra nación, con una visión de Estado en un horizonte de largo plazo, convocando a todos, sin excepción, a sumar las experiencias y conocimientos de quienes habitan los territorios de nuestro país, con objeto de volver hacer de México un país habitable”.
También añadieron los obispos que “nuestra casa común y el tejido social están en un proceso de degradación acelerada, por la ruptura del sentido de pertenencia a una colectividad y la destrucción de los mecanismos para procesar el conflicto social en paz. De ahí la proliferación de los diversos tipos de violencia”.
Una presencia simbólica: la del candidato sin oportunidades reales
Jorge Álvarez Máynez, tercer candidato a la presidencia, celebró que la CEM encabece este esfuerzo para buscar soluciones. Se comprometió a que los diputados y senadores de su partido “se (les) va a obligar a respaldar esta visión de cambio de estrategia, de cambio de modelo de seguridad que necesita urgentemente el país” pues “necesitamos salir de este horror”.
Semanas antes, los obispos mexicanos convocaron a que “las comunidades contemplativas inicien un tiempo ininterrumpido de Oración” y convocan a todos a trabajar con estos objetivos:
- Esperamos que este proceso electoral se realice en paz y transparencia, y que todo el pueblo mexicano haga consciencia de su compromiso nacional para que salga a votar y elija dirigentes que busquen sinceramente el bien común. Motivamos a cada ciudadano a ejercer el voto de forma libre y razonada el próximo 2 de junio, como expresión de amor a México.
- La participación ciudadana y el compromiso por el bien común nos convocan más allá de cualquier diferencia.
- La construcción de la casa común que anhelamos los mexicanos requiere de la participación comprometida de todos”.
La hermana Juana Zárate, presidenta de la conferencia de superiores mayores de religiosos y religiosas de México, señaló que el documento de los obispos recoge la voz y las experiencias de la participación de 50 expertos que recogieron la voz de 20 mil ciudadanos del país con el «anhelo profundo» de un futuro sin miedo “que posibilite el desarrollo de nuestra patria”.