Hace poco menos de un año hablamos sobre este mismo tema y no habíamos encontrado la fotografía precisa que acompañara el texto. Hoy, encontrado el gráfico y en honor a la precisión fotográfica volvemos al tema.
El lento crecimiento de nuestra ciudad a partir de inicios del siglo pasado, se refleja en algunas obras, tal como hoy lo presentamos con la ampliación de una calle en el corazón de nuestra ciudad.
El 15 de enero de 1930 una comisión de zamoranos se dirige al presidente municipal, solicitándole “deseosos del embellecimiento y progreso de la ciudad, apoyar la mejora consistente en ampliar y hacer calle el callejón contiguo a la plaza principal, denominado Justo Mendoza”. Y abundan, “Ningún tiempo mejor, ahora que se están reformando algunas fincas afectadas con esta ampliación y los propietarios erogarán menos gastos” (Archivo Municipal de Zamora. Fomento; exp. 22, caja 49, año de 1930)
Los firmantes argumentan que “la calle de Morelos al desembocar a la plaza principal es tan reducida, que imposibilita el tráfico de autos cada día en aumento, y es necesario buscar nuevas arterias que faciliten el tráfico de coches”. (Ídem)
Don Adolfo Gómez, presidente municipal, les contesta que “en sesión de cabildo, celebrada el 17 de enero de 1930, se acordó apoyar la ampliación del callejón citado”. El ayuntamiento actúa en concordancia y le gira oficio el 25 de marzo a uno de los propietarios de finca que se estaba reformando, José Ramírez, notificándole: “para que se sirva mandar tirar la parte de la barda que le corresponde en dicha vía de comunicación y recoja los escombros, para lo cual se le conceden los días de la presente semana, bajo el concepto que de no practicarlo en el término señalado, la misma corporación lo hará a costo de usted”. (Ídem)
El propietario contesta que; “desde luego procedo a atender el acuerdo dicho, pero ruego a usted, con toda atención, se sirva prorrogar el plazo fijado para ejecutar dicha obra, por considerarlo muy breve e insuficiente” (Ídem)
Al realizar la obra que se le solicitaba, don José Ramírez afecto la casa contigua, propiedad de los hermanos Juan y Eva Ruiz, por lo que se verá inmiscuido en litigio para reparar dicha casa y poder realizar la obra para que quedara con mayor amplitud el callejón citado: siendo hasta el 4 de junio de 1930, cuando se termina la obra que conocimos hasta los años ochenta del siglo pasado.