El debate sobre si la cocina es una forma de arte es explicado por autoras que relatan la experiencia sensorial de un platillo bien elaborado
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el arte “nutre la creatividad, la innovación y la diversidad cultural de todos los pueblos del mundo, y desempeña un rol importante en el intercambio de conocimientos y en el fomento del interés y el diálogo”.
Por eso, se celebra el Día Mundial del Arte cada 15 de abril, pero ¿qué tiene que ver con la gastronomía? Para muchos, esta disciplina es una forma de expresión artística, autoral, cultural y social que inicia, como toda, en la interpretación de los sentidos. Y es que, ¿a quién no le pasa que con un aroma se puede rememorar lugares, épocas, sentimientos y personas? Escuchar una canción, ver una película o apreciar un cuadro de arte, es lo mismo que probar un platillo especial.
Comer para matar el hambre y comer para degustar
Esta frase proviene de un ensayo publicado por el Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM (IIF), pone la pregunta sobre la mesa: ¿Cómo es posible que el mundo de la cocina no sea objeto de discusiones filosóficas en torno al arte? Una de las tesis está en el uso de los cinco sentidos.
El ensayo propone la diferenciación entre comer para nutrirse, biológicamente hablando, y el comer gastronómico para degustar. Para ejemplificar mejor: usamos el sentido de la vista para ver el medio, movernos por la ciudad, realizar nuestras actividades; pero también vemos películas que analizamos o vemos pinturas que disfrutamos en un museo. Lo mismo sucede con el sentido del gusto y del olfato: se desarrolla un “placer estético”, como explica el IIF.
La organización Cocina Futuro también lo explica: “El arte gastronómico nace en el momento en el que todos los aspectos de la comida perceptibles a los sentidos son interpretados como […] creación artística. La comida resulta liberada de sus aspectos más inmediatos y materiales: ya no es una necesidad, no es un medio para nutrirnos. Se ha transformado en un vehículo de sensaciones, expresión directa del artista que lo ha creado y lo ha manipulado”. Es precisamente la relación cultural con el ingrediente de quien cocina.
La cocina como taller artístico
Es así como la apreciación artística de la cocina nace. María Luisa Safont Molinero explicó en su ensayo El Arte y la Gastronomía “Cuando se entra a la cocina, y se está inspirado, se produce un acercamiento como el artista [pintor] en su taller. Cada condimento, cada utensilio, tiene su función específica y, a su vez, cada plato está sujeto a determinadas medidas y tiempos”.
La pasión por la cocina nació desde que el ser humano descubrió el uso del fuego. Así, como en otras disciplinas artísticas, la historia de una cultura y su cosmovisión del mundo se relatan a través de lo que comían y cómo y con qué lo hacían. La Universidad Panamericana lo explica:
“Los chefs combinan sabores y texturas, presentan los platos con un estilo visualmente atractivo. Una mezcla de aromas y colores que estimula nuestros sentidos y nos invita a explorar nuevos horizontes gastronómicos”.
Así es como las fotos de platillos revolucionan las redes sociales día con día, como si compartieras la foto de la Gioconda en Instagram. Hay un intercambio de tradiciones en la cocina de fusión, hay degustaciones en cientos de restaurantes de comida de un país en específico.
Pero también hay inspiración en la cocina. Mixólogas crean tragos inspirados en canciones, cocineras crean platillos que les recuerdan a sus familiares, chefs desarrollan menús de su país de origen que rememora su hogar. Cada una es una forma de expresión personal, cultural y social.
Lo explica Adriana Amezcua en La comida como objeto del arte, “la creatividad culinaria nos muestra que la comida es mucho más que una simple necesidad fisiológica; es una oportunidad para expresar emociones, valores culturales y experimentar nuevos sabores y texturas”. Por esto, la cocina debe de ser considerada un verdadero arte.
Para diferenciar
- Gastronomía: abarca el estudio de la alimentación y su relación con la cultura. Se centra en la conexión entre las personas, su historia y la comida. Viene del griego “estómago” y “conocimiento”. Así como el conjunto de técnicas culinarias de un lugar.
- Arte culinario: se centra mucho más en cómo se elaboran los alimentos, el porqué de su elaboración y su procedencia cultural; busca expresar de manera creativa y original las ideas artísticas de una cultura. Respetando el sabor, las técnicas y rituales tradicionales que puedan trasladar al comensal a esa región o momento en específico.