Inseguridad, corrupción y límites presupuestales frenan las mejoras, alerta Oxford Economics
Bruselas.— Independientemente de quién elijan los mexicanos en la sucesión presidencial, la economía de México seguirá creciendo por debajo de su potencial, sostiene la firma Oxford Economics.
La consultora británica señala que los problemas estructurales, que no resolvió la administración de Andrés Manuel López Obrador, como la inseguridad, la corrupción y el trabajo informal, seguirán impidiendo el despegue económico de México.
Limitantes presupuestales y la falta de políticas públicas encaminadas a incentivar la producción, el desarrollo y la diversificación comercial también continuarán frenando la capacidad de México para ir más allá de las oportunidades generadas por el favorable contexto externo que se presenta al país por el fenómeno de la deslocalización empresarial.
La información se desprende de un análisis publicado por Oxford Economics, elaborado por el economista jefe para América Latina, Joan Domene, y que concluye: “Es improbable que los resultados electorales alteren las perspectivas de crecimiento”. Son múltiples los factores que refuerzan la teoría de que las perspectivas de crecimiento a corto plazo se mantendrán a niveles actuales, 1.9% este 2024, por debajo de lo pronosticado por el Banco de México, entre 2.2% y 3.4%, y 2% el año siguiente. “Es probable que ninguna administración supere el crecimiento estructural de 2% a pesar del nearshoring (…) Las promesas de campaña de ambas candidatas de un crecimiento sostenido del PIB de 3% durante el transcurso de la próxima administración no son realistas”.
Sostiene que Claudia Sheinbaum, candidata presidencial de la coalición Sigamos Haciendo Historia, a quien describe como la protegida del Presidente, “será una extensión de las políticas de AMLO”. “Su programa electoral de 100 puntos es una copia del manual de AMLO para la ‘austeridad republicana’; aumento de los programas de bienestar social, la reconstrucción del extinto sistema ferroviario de pasajeros y la ampliación del control gubernamental sobre el sector energético”.
La candidata presidencial de la oposición Xóchitl Gálvez maneja una agenda alternativa, vislumbra aumentar la colaboración del gobierno con el sector privado, brindar apoyo a las pequeñas y medianas empresas, reabrir el sector energético al sector privado y aumentar las energías renovables. Sin embargo, al igual que Sheinbaum, ha dicho que privilegiará la integración económica con EU y no la diversificación y mantendrá los programas sociales de AMLO.
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También se espera que ambas mantengan una política fiscal prudente, puesto que AMLO agotó los espacios para un mayor gasto público el próximo año, luego del déficit de 1.4% de este año. “Es probable que Sheinbaum mantenga el gasto cercano al borrador, mientras que Gálvez podría tener la tentación de aumentar los empleos gubernamentales y los sueldos para restaurar la independencia de las instituciones autónomas y reconstruir la capacidad administrativa”. Ambas aspirantes tampoco han explicado cómo van a financiar sus programas estelares, ni han detallado los planes para mejorar la calidad educativa, aumentar el crecimiento de la mano de obra formal e incentivar la acumulación de capital”.
“Por lo tanto, creemos que es improbable que la economía alcance el crecimiento sostenido de 3% del PIB en los próximos seis años prometido por ambas candidatas”, insiste.
Subraya que es improbable un cambio hacia un mayor crecimiento estructural debido a los desafíos internos no resueltos. “Las brillantes perspectivas de México se verán limitadas por deficiencias estructurales y una pobre aplicación de las políticas públicas (…) Los altos niveles de criminalidad [entre las 15 mayores tasas de homicidio en el mundo], así como la corrupción y la informalidad generalizada [25% de la economía y casi 50% del mercado laboral, según estimaciones oficiales] se encuentran detrás de nuestras pobres previsiones de crecimiento”. Si bien reconoce que el cambio de gobierno podría impulsar el optimismo del sector privado a corto plazo, podría verse parcialmente contrarrestado por el efecto negativo de la reorganización de la administración pública.
La probabilidad de un aterrizaje suave de la economía estadounidense y resultados de las presidenciales en EU también definirán el crecimiento de México, detalla.