Francisco Martínez // Para este 2 de junio

         ¿De dónde viene en los dos mil y un candidatos tanta pasión por servirnos? Tanta es que no dudan en invertir todos los recursos de procedencia partidista y de muchas otras procedencias, legítimas unas -otras, en lo absoluto- para conseguir el puesto que les hace tantas cosquillas. Tantas, que tampoco dudan en pelearse y ofenderse con el o los contrincantes, utilizando todo tipo de medios, con tal de que les sirvan.

         La inmensa mayoría ni conocen los principios rectores de sus partidos. Es más, pululan en ese juego los chapulines, quienes, en cuanto les conviene, no solo saltan de un partido para otro, sino hasta de ideología. Ayer tricolores, morenos hoy, al rato del color que les venga en gana.

         Tienen, además, por bien sabido, que ese juego dista mucho de ser auténticamente democrático; por lo que se preparan para arrebatar la elección comprando conciencias, ofreciendo canonjías y al son del ‘haiga sido como haiga sido’, haciendo trampas en las urnas.

         Y ahora, en estos aciagos tiempos, en algunas ocasiones, con un adendum perverso: bajo la sombra ominosa de ‘los malos’. ¿Por qué? Porque las ganancias son muchas. ¿Por qué? Porque en los juegos del poder dan por descontado que el fin justifica los medios, sin importar qué tan hediondos sean éstos. Desde luego que imaginan que los ciudadanos continuamos tan inocentes como para seguir confundiendo la gimnasia con la magnesia… O, en otras palabras, que para nosotros es lo mismo democracia que demagogia.

         Pero no. Demagogia corresponde a toda actitud oportunista ante los problemas y retos sociales, para los que se ofrece soluciones vacuas, haciendo uso y abuso de la ignorancia y de la miseria populares. En tanto, democracia no es otra cosa sino, como Lincoln dijera: “gobierno del pueblo por el pueblo y para el pueblo”.

         En ese sentido, lo que en realidad tenemos en gran parte, es una performance de democracia. No, hasta ahorita, una verdadera democracia. Lo que no nos debiera de extrañar, porque, en último caso y en sentido estricto, democracia es a … utopía lo que la lucha nuestra para este 2 de junio.

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FRANCISCO MARTÍNEZ GARCIÁN

Estudió Filosofía y Teología, en el Seminario Diocesano de Zamora, Historia en la Normal Superior Nueva Galicia de Guadalajara y fundador de la Universidad Intercultural Indígena de Michoacán.

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