Sí subieron los impuestos, sólo que ahora los cobran los criminales
La mentira como arma política arrojadiza es peligrosa porque vuelve, como la basura sobre el mar, regresa a la orilla. Miente la Dra. Sheinbaum con su “exitosa” gestión en la Ciudad de México y su defensa del legado dizque paradisiaco obradorista. La Ciudad de México no es la capital del Dinamarca en materia de salud, y mientras pide seis años más en poder de la nación, su gobierno capitalino le robó, con el manejo de la pandemia a los chilangos ¡nueve años de vida! Y se indignan con “candidata de las mentiras”.
Nos dijeron “primero los pobres” y la pobreza extrema (y la riqueza extrema) crecieron; ofrecieron un sistema de salud como en Escandinavia y tenemos 50 millones de mexicanos fuera de la salud pública, nos dijeron que meterían los soldados a los cuarteles y mientras están en todo, las gendarmerías vacías; prometieron con bombo y platillo gasolina a 10 pesos y cuesta más del doble, el obradorismo fue un gazolinazo sexenal; por otro lado dijo el candidato López Obrador que el crecimiento económico sería del 6% y, desde el presidente Lázaro Cárdenas, compite con Miguel de la Madrid, para el peor sexenio en generación de riqueza; dijeron también acabar con la corrupción y Rocío Nahle, candidata en (no de) Veracruz, confundió soberanía petrolera con ¡soberana robadera!; además dijeron que sacarían a los 65 mineros de Pasta de Conchos y ya tienen sepultados 10 más de la mina El Pinabete; por si fuera poco en Ayotzinapa hay más dolor, y los viajes presidenciales ya no son en Tsuru, sino en avión privado militar. ¿Queremos un segundo piso de más mentiras?
¿Endeudaron? ¡Sí!. Solito Morena endeudó al país en 7 billones de pesos, ahora debemos 17; es decir cada mexicano adeuda 128 mil pesos, y su costo financiero se duplicó. Una locura de dinero que no se podrá gastar en carreteras, hospitales, escuelas. Además sí subieron los impuestos, sólo que no los recauda el SAT, ahora los cobran los criminales, se llaman extorsión y “cobro de piso”, ¿cuánto cuesta el pollo en Guerrero?, ¿el limón en Michoacán?. Claudia en la Ciudad de México, con números del IMSS, en este sexenio desapareció veinte mil empleos. Todos los estados generaron empleo menos Sheinbaum en la CDMX. Por eso está justificado el mote de Xóchitl a Claudia: candidata de las mentiras.
A los prevaricadores no le gustan los exámenes (desparecieron la prueba PISA de aprecio a la educación), detestan las evaluaciones, huyen a la rendición de cuentas, en una palabra: no quieren cuestionamientos, sólo aplausos. Por eso Xóchitl ganó el debate; preguntó y ante tanta simulación y mediocridad de lo que Claudia quiere continuar con su segundo piso no respondió. Hizo del debate una típica mañanera nocturna. Bla, bla, bla, frente a una cruel realidad sin paliativos. Quiso enamorar a base de mentiras, diría Lupita D’Alessio.
“No darás falso testimonio contra tu prójimo”, dice la ley de Moisés. Quizá para quien se disfraza con la Virgen de Guadalupe y pide al Papa bendiciones desde su ateísmo, no signifque nada, tiene derecho, en México hay libertad religiosa. Pero debería por lo menos leer la Cartilla Moral de Alfonso Reyes, que tanto presumieron: “Las esperanzas de mejora humana no deben confundirse con las quimeras”. El segundo piso del obradorismo es hipocresía, cinismo, la República falsificada, la República de los otros datos. (El Universal)