700 peregrinos de esta diócesis caminaron 500 kilómetros bajo la lluvia hasta Namugongo durante quince días, encabezados por monseñor Raphael p’Mony Wokorach, obispo saliente de Nebbi y arzobispo metropolitano electo de Gulu.
(ZENIT Noticias / Kampala).- Miles de católicos se congregaron en el Santuario de Namugongo para celebrar 60 años de la canonización por Pablo VI de 22 católicos martirizados entre 1885 y 1887 por orden del rey Mwanga II, en el entonces reino de Buganda. También se celebraban 145 años de fe católica en Uganda, confesión que llegó por los Misioneros de África o Padres Blancos.
La celebración en el santuario dedicado a San Carlos Lwanga y 22 compañeros mártires, la Basílica del Santuario de los Mártires de Uganda en Namugongo, a unos 20 km de la capital, Kampala, recibió también a Yoweri Kaguta Museveni, presidente de Uganda, quien participó en las celebraciones con legisladores ugandeses, líderes culturales y jefes de diferentes partidos políticos.
También asistieron peregrinos de Kenia, Tanzania, Zambia, Ruanda, Burundi, Nigeria, Sudán del Sur, Sudáfrica y algunos de países europeos y americanos.
La diócesis de Nebbi encabezó las celebraciones con el lema: “Yo y mi casa serviremos al Señor» (Josué 24,15). 700 peregrinos de esta diócesis caminaron 500 kilómetros bajo la lluvia hasta Namugongo durante quince días, encabezados por monseñor Raphael p’Mony Wokorach, obispo saliente de Nebbi y arzobispo metropolitano electo de Gulu.
Monseñor Wokorach presidió la misa, concelebrada por numerosos obispos y sacerdotes. En la homilía, resaltó que la celebración «es un acto que refresca nuestra forma de ser cristianos en Uganda y en otros lugares», comparable a «la experiencia de un nuevo Pentecostés, un tiempo en el que personas de todos los rincones del mundo se reúnen en oración como una sola familia de Dios, unida en la fe».
El arzobispo de Gulu exhortó a abrazar el sacramento del matrimonio como medio para fortalecer a las familias y las naciones, pues las uniones libres en África siguen costumbres antiguas. Subrayó el modelo de la Sagrada Familia de Nazaret como ejemplo a imitar para crecer en la fe.