Según los investigadores de la ONU, Israel y siete «grupos armados palestinos», incluyendo Hamas, cometieron «crímenes de guerra»
Israel es responsable en Gaza de crímenes contra la humanidad, en particular de «exterminio«, estimó el miércoles una comisión de investigación de la ONU, que acusó también a las autoridades israelíes y a los grupos armados palestinos de cometer crímenes de guerra desde el 7 de octubre.
La comisión concluyó en un informe que Israel cometió «crímenes contra la humanidad de exterminio; asesinato; persecución de género contra hombres y niños palestinos; traslados forzosos, actos de tortura y tratos inhumanos y crueles».
La embajadora israelí ante las instituciones de la ONU en Ginebra, Meirav Shahar, acusó a esta comisión de «discriminación sistemática» contra el Estado hebreo.
Este órgano «ha demostrado una vez más que sus acciones están todas al servicio de una agenda política enfocada contra Israel», dijo la diplomática en un comunicado.
A diferencia del genocidio, los crímenes contra la humanidad no necesariamente tienen que estar dirigidos a un grupo de población en particular, sino que pueden dirigirse contra cualquier población civil, según la ONU. Sin embargo, deben cometerse como parte de ataques a gran escala, a diferencia de los crímenes de guerra que pueden ser actos aislados.
Según los investigadores de la ONU, Israel y siete «grupos armados palestinos», incluyendo Hamas, cometieron «crímenes de guerra».
«Es imperativo que todos aquellos que cometieron crímenes rindan cuentas», declaró en un comunicado la presidenta de esta comisión, la sudafricana Navi Pillay.
«La única manera de poner fin a los ciclos recurrentes de violencia, incluidas las agresiones y las represalias por parte de ambas partes, es garantizar el estricto respeto del derecho internacional», añadió Pillay, quien fue otrora Alta Comisionada para los Derechos Humanos, presidenta del Tribunal Penal Internacional para Ruanda y jueza de la Corte Penal Internacional (CPI).
Señalan a Israel de obstaculizar las investigaciones
La comisión, creada tras la guerra de 11 días entre Israel y Hamas en mayo de 2021, también tiene el mandato de estudiar todas las causas profundas del conflicto israelí-palestino.
Este ente también acusa a las autoridades israelíes de «obstaculizar» sus investigaciones y de negarle el acceso a Israel y a los territorios palestinos ocupados.
El informe se basa en entrevistas con víctimas, realizadas a distancia y durante una misión a Turquía y Egipto, y en documentos que incluyen informes forenses e imágenes de satélite.
Pillay pidió a Israel que «cese inmediatamente sus operaciones militares y sus ataques en Gaza, incluyendo su asalto en Rafah».
Asimismo llamó a Hamas y a los grupos armados palestinos a «detener inmediatamente sus disparos de cohetes y a liberar a todos los rehenes». «La toma de rehenes constituye un crimen de guerra», añadió.
La comisión «intenta justificar el odioso atentado terroristas del 7 de octubre contextualizándolo a través del prisma narrativo palestino. No menciona el ‘terrorismo’ que dura desde hace décadas, ni los disparos de cohetes constantes en el territorio israelí», reaccionó la embajada israelí.
ONU señala como crimen de guerra el atentado del 7 de octubre
La guerra estalló el 7 de octubre cuando milicianos islamistas mataron a 1.194 personas y secuestraron a 251 en el sur de Israel, según un balance de AFP en base a datos oficiales. El ejército israelí estima que 116 rehenes siguen cautivos en Gaza, aunque 41 de ellos estarían muertos.
La operación lanzada en respuesta por Israel en Gaza ha dejado hasta ahora más de 37 mil muertos, según el Ministerio de Salud del gobierno de Gaza, dirigido por Hamas.
Respecto al 7 de octubre, la comisión acusó a los grupos armados palestinos de haber cometido diversos crímenes de guerra, incluidos ataques contra civiles, asesinatos y actos de tortura.
También identificó «esquemas de violencia sexual», dirigidos en particular a mujeres israelíes, y concluyó que no se trataba de incidentes aislados.
Sobre la ofensiva israelí en Gaza, la comisión afirmó que las autoridades israelíes son «responsables de crímenes de guerra», y citó, entre otras cosas, el uso del hambre como arma de guerra, los ataques dirigidos intencionalmente contra civiles, la violencia sexual, la tortura y los traslados forzosos.
En Cisjordania, la comisión constató que las tropas israelíes «cometieron actos de violencia sexual, tortura, tratos inhumanos o crueles y atentados contra la dignidad personal, que constituyen todos crímenes de guerra». Afirmó también que el gobierno y las tropas israelíes «permitieron, alentaron e incitaron una campaña de violencia por parte de los colonos».
El informe también señaló declaraciones de funcionarios israelíes -«incluidas aquellas que reflejan la política de infligir una destrucción generalizada y matar a un gran número de civiles»- que pueden constituir crímenes internacionales graves, como la incitación al genocidio, a la discriminación y a la violencia.