Como parte inaugural de la Colección Universidad Don Vasco, el padre Raúl Duarte Castillo acaba de publicar su última obra “Evangelio Según san Juan”. Con una larga trayectoria académica, el autor cursó Humanidades y Filosofía en nuestro Seminario Diocesano de Zamora. Obtuvo las licenciaturas en Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y, en Ciencias Bíblicas, en el Pontificio Instituto Bíblico. Profundizó sus estudios bíblicos en la École Biblique de Jerusalén. Profesor fundador y, posteriormente, Rector de la Universidad Pontificia de México. Cuenta entre sus publicaciones: “Introducción al Pentateuco”; “El Mundo del Antiguo Testamento” e “Historiografía Déuterocanonista”, de editorial Verbo Divino; “Abraham, el amigo de Dios”, “José el soñador”, “Primera Carta de San Juan” y “Jacob, un arameo errante” de la U.P.M.; “Manual para proclamadores de la Palabra” de Liturgy Training Publications (2016-2021); “Qohélet”, “Leyendo a San Marcos”, “Leyendo a San Lucas” y “Cantar de los cantares” de ediciones palenque, Nahuatzen. Además, participó como traductor de los libros Samuel y Ester en la “Biblia de la Iglesia en América”.
En la cuarta de forros advierte: “este libro es un comentario del Cuarto Evangelio”. Comentario implica un ejercicio orientado a plasmar, en este caso, por escrito, las claves que permitan la comprensión plena de un documento. Tras su lectura, quien aborde esta obra, de inmediato no sólo se halla ante un proceso hermenéutico alquitarado, sino que se topa, además, con todo un uandari = ‘el que habla con propiedad, cariño y sabiduría’. En otras palabras, con un exégeta que, a la vez, es pastor y padre.
En su metodología expositiva: ‘entorno literario/explicación’, aparece a la vista cómo el autor comienza a examinar cada pasaje definiendo las palabras que lo componen. Resalta en ese proceso, que el autor domina el koiné neotestamentario. Y, desde luego, la cultura, producto de las geografías física y humana del pueblo judío de esos tiempos. De ahí que nos presente paralelos que determinan qué ideas son primarias y, secundarias, cuáles. También el que, llegado el momento y dentro de su contexto histórico y escriturístico, nos advierta de las costumbres, giros del lenguaje y, sobre todo, de las particularidades estilísticas y, sobre todo, teológicas, que distinguen de los sinópticos al discípulo amado.
