De la “buena” ecología a la ecología crítica
Pensar y actuar
El 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, nos invitamos a reflexionar sobre los modos de describir y explicar el deterioro de la Naturaleza, sus causas, maneras de resolver los desequilibrios y de imaginar los futuros.
Nos convidamos a pensar sobre lo que hacemos pues a menudo “sale más caro el caldo que las albóndigas” cuando gastamos más agua que la recuperada en lavar frasquitos reciclados o la contaminación se genera al explotar litio y cobalto necesarios en las baterías de vehículos eléctricos.
El miércoles 5 de junio de 10:30 a 13:30 horas en el salón “Cayetano Reyes García” de El Colegio de Michoacán, un grupo de académicos y activistas vamos a compartir puntos de vista sobre lo que se dice y hace en materia medio ambiental. Sin omitir la saludable autocrítica
¿Todos somos responsables?
De las variadas posiciones y enfoques conceptuales, dos ocupan un lugar relevante en la arena del debate: el Antropoceno y el Capitaloceno. En la primera es la humanidad, el hombre en general, quien con sus actos trastoca los ecosistemas y, en gran medida, la voluntad personal es la llave para preservar Naturaleza – Sociedad en adecuado equilibrio. “Todos somos responsables” es una frase que acomoda bien a este enfoque. La segunda, apunta hacia la forma en que la producción capitalista se apropia del agua, la tierra, los elementos cuya explotación genera altas tasas de ganancia.
Hace unos veinte años, Paul J. Crutzen popularizó la idea del “Antropoceno” al escribir “Durante los últimos tres siglos, los efectos de los seres humanos en el medio ambiente global se han intensificado. Debido a estas emisiones antropogénicas de dióxido de carbono, el clima global puede diferir significativamente del comportamiento natural durante muchos milenios por venir” (Crutzen, P.J. Naturaleza, vol 415, p. 23, 3-01-2002).
En seguida Crutzen agrega: “Parece apropiado asignar el término Antropoceno a la época geológica presente, en muchos sentidos dominada por los humanos, que complementa al Holoceno, el período cálido de los últimos 10-12 milenios” (ibid.).
Por su parte, Moore, desde la mirada del “Capitaloceno”, expresa en una frase: El sucio secreto de la acumulación infinita por parte del capitalismo es que no paga sus facturas (Jason Moore, El Capitalismo en la trama de la vida, 2020). En la justificación de las empresas capitalistas, al producir un gramo de oro no incorporan el costo ambiental de destruir una montaña ni el deterioro en la salud de los mineros.
Y, ¿cuál es el problema?
Con Moore compartimos esta preocupación: ¿por qué se destruyen las tierras agrícolas? ¡No! Dirán muchos, no es destrucción, es “cambio de uso del suelo”. ¿Cuál es la causa de las islas de plástico en el Océano Pacífico? Unos opinarán que es el consumidor quien para todo quiere una bolsita cuando va de compras a la tienda.
Siguiendo a Moore, reiteramos: ¿La urgencia de dar a conocer las realidades del cambio de la biosfera invalida la necesidad de una adecuada interpretación histórica del problema? Entre la conceptualización de un problema y los esfuerzos por resolverlo siempre se da una estrecha relación. También entre los modos en que pensamos los orígenes de un problema y cuáles creemos que son las posibles soluciones (Moore, 2020:201).
En ese tenor, nuestra convocatoria parte de pensar que el 5 de junio no es de fiesta, no sugiere que haya motivos para celebrar que en Zamora experimentemos temperaturas cercanas a 40° C o que nos acerquemos al colapso de los lagos michoacanos. Nos llamamos a hallar y compartir una adecuada interpretación de los problemas.
Como punto de arranque, el día miércoles 5 de junio, abordaremos una temática que “medio conocemos”: Política medioambiental en Zamora (Alberto Villegas Esparza, 11:00 – 11:30); ¿Cómo está Camécuaro? (Ricardo Lemus Fernández, 11:30 – 12:00); Servicios ecosistémicos de la cuenca del rio Duero (Netzahualcóyotl Flores Lázaro, 12:00 – 12:30); ¿Agave en lugar de maíz? (Ana Elisa Martínez del Río, 12:30 – 13:00); y, Urbanización y destrucción del suelo agrícola (J. Luis Seefoó Luján, 13:00- 13:30).
Los ciudadanos (no todos) toman pala y cubeta para plantar un arbolito mientras que en la oficina o un café, las autoridades autorizan fraccionamientos y en unas horas los fraccionadores destruyen el suelo que tardo años en formarse; el gobierno “descubre 400 ollas” en la ribera de Pátzcuaro y desempolvan propuestas elaboradas hace décadas.
Nuestras acciones requieren de una mínima reflexión y posicionamiento. Pensar y actuar; pasar de la “buena” a la ecología crítica.
Zamora, Michoacán, junio 1 de 2024