La Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca inicia 34 indagatorias; ataques contra personas trans motivan que la comunidad levante la voz para exigir justicia
Oaxaca de Juárez.— “Marimar fue una estrella del tamaño del mundo”, escribe Amurabi Méndez, amigo de Marimar o Estrellita Santiago, una mujer muxe asesinada en 2022 en el camino a Huilotepec, en la región oaxaqueña del Istmo de Tehuantepec.
Marimar era profesora de primaria en Salina Cruz; su cuerpo fue encontrado en un camino de terracería: “No existe paraíso muxe, nos siguen matando por ser quienes somos”, señala Amurabi.
Los datos le dan la razón. De acuerdo con un informe de Mexfam, entre 2010 y 2020, en Oaxaca se registraron 25 casos documentados de violencia contra personas de la comunidad LGBTIQ+ y de éstos, siete de cada 10, son asesinatos.
De 2015 a 2022, la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) inició 34 indagatorias por actos de discriminación contra integrantes de la comunidad LGBTIQ+.
Sobre el tema, Emma Cruz, persona trans, parte del Movimiento LGBT Oaxaca e integrante de la Kiki House of Kabbalistikunt, comenta que la violencia contra las personas de la comunidad LGBTIQ+, y en específico contra las personas trans, que en Oaxaca es persistente, ha motivado que la comunidad levante la voz para exigir justicia.
En abril pasado se hizo una marcha a modo de “velorio” con la intención de que la gente “levante la voz por las personas que han sido violentadas y privadas del derecho indispensable a la vida por el simple hecho de existir y de ser nosotras mismas, mismos, mismes”.
Las personas de la comunidad LGBTIQ+, señala, encontraron la necesidad de que se documenten los casos de violencia en su contra, por ello, decidieron salir del anonimato, sobre todo porque muchos medios de comunicación no les dan la importancia debida, dice.
Asimismo, en casos como el de Marimar, medios locales y nacionales no respetaron sus pronombres, ni su nombre de mujer trans, al informar sobre su caso.
“Integrantes de la comunidad han sido muy violentados y no se hace justicia”, lamenta.
Además, señala que, en el caso del mes del orgullo, las manifestaciones no son sólo de celebración, sino también para mostrar y demostrar la unión de la comunidad en los casos que quedan impunes.
En el estado de Oaxaca, al menos 211 mil 547 personas, que represen tan 6.9% de la población total en la entidad, se reconocen como parte de la comunidad LGBTIQ+, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).
El pasado 30 de marzo, en el marco del Día de la Visibilidad Trans, personas que se identifican bajo este espectro se reunieron en las inmediaciones del Cerro del Fortín a leer un pliego petitorio cuya demanda principal es la justicia para las víctimas de la violencia transfeminicida: “El panorama de violencia en Oaxaca es muy grande, nuestros derechos son criminalizados”, lamenta Emma.
Agresión contra Emmanuel
Fue en abril cuando Emmanuel fue golpeada por un hombre que la agredió físicamente por transfobia, rompiéndole el pie. Sin embargo, relata que ese fue sólo el inicio de una serie de omisiones a sus derechos fundamentales, pues en el sector Salud no respetaron sus pronombres y la revictimizaron.
“La violencia en Oaxaca es tan fuerte, pero por el miedo a represalias y la constante revictimización de las autoridades, muchos casos no llegan a denunciarse”, asevera Emmanuel.
No obstante, para ella el levantar una denuncia por la agresión que sufrió, fue muy importante para sentar un precedente que impida que su agresor continúe agrediendo a otras personas de la comunidad.
En el país, la Casa Kenia Cuevas documenta de enero a marzo un total de 21 transfeminicidios. El primero de éstos, registrado el 6 de enero. En un mes, estima Emmanuel, es decir, hasta abril, los casos aumentaron a 28; sin embargo, ninguno de éstos fue investigado por los medios de comunicación.
“Por eso es necesario salir y gritarlo, porque callarlo te hace parte del problema. No nos cuida la policía, no nos cuida el estado, sólo entre nosotras y nosotrxs nos protegemos”, comenta.