El próximo titular de la Secretaría de Educación Pública debe atender el retraso, así como los problemas en dicho sistema, la pérdida de aprendizaje y el abandono, coinciden expertas
Al menos 25.1 millones de personas presentan rezago educativo, es decir, 19.4% de la población de México, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), que destaca que este se convirtió en la tercera carencia con mayor incidencia a nivel nacional, sólo por detrás de la falta de acceso a la seguridad social y a los servicios de salud.
Los estados con mayor rezago educativo son Chiapas, con 31.1%; Oaxaca, 29.1%; Michoacán, 28.9%; Guerrero 28.8%. y Veracruz, 25.5%.
En contraste, Sonora, Baja California Sur, Nuevo León, Coahuila y Ciudad de México son las entidades que registran menos retraso, con 14.6%, 14.2%, 13.5%, 13.5% y 9.7%, respectivamente.
El Coneval dice que el rezago se registra en la población que tiene entre tres y 21 años, que no cuenta con educación obligatoria y no asiste a un centro de educación formal; si tiene 22 años o más, nació a partir del año 1998 y no ha terminado la educación obligatoria; tiene 16 años o más, nació antes de 1982 y no cuenta con el nivel de educación vigente en el momento en que debía haberlo cursado; tiene 16 años o más, nació entre 1982 y 1997 y no cuenta con el nivel de educación obligatoria vigente en el momento en que debía haberla cursado.
Para la fundadora y coordinadora nacional de la organización civil Educación con Rumbo (ECR), Paulina Amozurrutia Navarro, el rezago educativo es multifactorial: la falta de presupuesto en los diferentes órganos encargados de la educación, el nuevo modelo educativo que no respondía a las necesidades básicas de la educación de México, el cual relegó aprendizajes indispensables como la ciencia, la lectoescritura y la lógica matemática son los factores preponderantes que dieron como resultado las peores cifras.
“La educación es uno de los temas más relegados por parte de la 4T, la reducción de presupuesto desde programas para la primera infancia hasta estudios superiores en el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías reflejan los resultados educativos en nuestro país”, dice.
Destaca que la o el próximo titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP) debe atender esta situación, así como los problemas en el sistema educativo, como la pérdida de aprendizaje y el abandono escolar.
A juicio de la activista, esa dependencia adolece de un liderazgo, pues asegura que la institución se convirtió en este sexenio en un botín político.
“Tanto Delfina Gómez, actualmente gobernadora del Estado de México y extitular de la institución, como la actual secretaria carecen de un perfil técnico de conocimientos profundos pedagógicos y didácticos y sobre todo experiencia en el sector educativo para afrontar la crisis educativa, que ha golpeado a nuestro país durante los últimos años”, argumenta.
Alejandra Luna Guzmán, académica de tiempo completo del Departamento de Educación de la Universidad Iberoamericana, explica que el rezago educativo no es propiamente generado por la falta de calidad en la educación, sino también por la pobreza, la falta de alimentación y de atención médica.
“En 2019, los ganadores del Premio Nobel de Economía [Abhijit Banerjee, Esther Duflo y Michael Kremer], desarrollaron la idea de los ciclos de pobreza, que es precisamente este punto en el que una persona no puede salir de su pobreza porque quizá enfrente una pobreza alimentaria, lo que le impide poder ir todos los días a la escuela. Y, además, si es que logra tener esa fuerza para levantarse, la urgencia para la familia es que la niña, el niño o el adolescente o de la edad que sea, se ponga a trabajar”, expone.
Comenta que esos círculos de la pobreza tienen una dimensión social y una dimensión económica que se tendrían que atacar de raíz para empezar a resolver el rezago educativo. “Que los estados que tienen mayor rezago educativo sean los más pobres del país, no es ninguna coincidencia”, menciona.
Comenta que los tres ganadores del Premio Nobel hace cinco años identificaron qué era lo que hacía que en algunas zonas los estudiantes no fueran a la escuela. Y entonces identificaron en algunas comunidades de África y de Asia; por ejemplo, que en unas zonas el problema era que los niños tenían parásitos intestinales y entonces eso era lo que provocaba que el niño amaneciera muy cansado todos los días, que no pudiera tener la energía para ir a la escuela. Y entonces una solución en términos de salud fue dar desparasitante a la población infantil, con lo que se logró incrementar 30% la asistencia y el desempeño escolar”.
Carlos Ornelas, doctor en Educación por la Universidad de Stanford e integrante del Consejo Mexicano de Investigación Educativa, asegura que las escuelas reproducen las desigualdades sociales que existen en la sociedad.
“Cuando hay sociedades igualitarias que avanzan todos más o menos al mismo ritmo, también las escuelas son igualitarias, Con los resultados de PISA 2022, vimos que el ejemplo más claro de democracia en la educación es Finlandia, donde existen ricos y hay pobres. Pero las brechas no son tan grandes porque el Estado y la socialdemocracia estableció una escala impositiva muy justa. Quienes ganan más o producen más dinero, de alguna forma, pagan más impuestos y sirven para subsidiar con amplitud los servicios sociales”, resalta.
Precisa que los datos sobre rezago educativo del Coneval “son un ejemplo claro de la mala conducción del gobierno. Esto es de larga data, pero se agudizó en el presente gobierno. Y claro, la pandemia puso también su grano de arena para acrecentar las cifras”.