El papa Francisco y el presidente Javier Milei se encontraron este viernes en la cumbre del G7 en donde se saludaron y abrazaron.
Bari (Italia).- El papa Francisco y el presidente de Argentina, Javier Milei, se unieron este viernes en un abrazo, entre risas, al encontrarse en una reunión de la cumbre del G7 en la región meridional italiana de Apulia.
Francisco entró en la sala del lujoso hotel ‘Borgo Egnazia’ para participar como invitado en una sesión sobre Inteligencia Artificial, energía, Mediterráneo y África y a la que Milei también había sido invitado por la anfitriona del encuentro, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
Francisco fue llevado entre los invitados con la silla de ruedas que suele utilizar por sus conocidos problemas de movilidad y al llegar al lugar de la mesa en la que se encontraba Milei, este salió a su encuentro y lo abrazó.
Se trata de un gesto que ya se produjo el pasado 11 de febrero, cuando el mandatario argentino acudió al Vaticano para la canonización de “Mama Antula” y abrazó al pontífice, al que en la campaña electoral antes de llegar a la Casa Rosada había insultado, llegando a considerarle el “representante del maligno en la Tierra”.
No obstante, no está previsto un encuentro bilateral entre Francisco y Milei en el marco de la cumbre.
Francisco sí se reunirá con el presidente de Brasil, Luiz Inácio da Silva, invitado al G7 en calidad de representante de turno del G20 y al que también saludó afectuosamente con un abrazo.
Papa aterriza en el G7 y se reunirá con Biden, Lula, Zelensky y Macron
El papa Francisco viajó este viernes hasta la región italiana de Apulia (sur) para participar por primera vez en la cumbre de líderes del G7, las siete democracias más avanzadas del mundo, y reunirse con algunos mandatarios como el estadounidense Joe Biden o el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
El pontífice aterrizó en helicóptero a las 12:10 horas locales (10:10 GMT) en el campo de golf del hotel ‘Borgo Egnazia’, donde tiene lugar la cumbre, y bajó de la aeronave por su propio pie a pesar de sus problemas de movilidad, aunque con esfuerzo.
Ahí fue recibido por la anfitriona del foro, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que le acompañó en un coche de golf hasta el lugar en el que se reúnen los mandatarios del G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido).
En esta edición del foro también se han invitado a mandatarios de otros países, como Lula Da Silva, en calidad de presidente de turno del G20 (el grupo de los países más desarrollados y los más emergentes), o el argentino Javier Milei, convocado personalmente por la ultraderechista Meloni.
La primera ministra italiana ha considerado “histórica” la primera participación de un pontífice en un G7.
Todos han sido invitado para participar en una sesión dedicada a la Inteligencia Artificial, una materia que Francisco sigue con mucho interés, pero también sobre energía y la situación en África y en el Mediterráneo.
Pero el pontífice ha avanzado su intención de hablar también de paz, en unas recientes declaraciones.
Asimismo Francisco mantendrá diez encuentros bilaterales, entre estos con Lula Da Silva, con quien mantiene una conocida sintonía, pero no consta una reunión privada con su compatriota Milei.
El papa sí se reunirá con el presidente estadounidense Joe Biden, segundo católico en la Casa Blanca tras John Fidgerald Kennedy, y con el ucraniano Volodimir Zelensky, que acudió al G7 para obtener un préstamo de 46 mil millones de euros financiado con los intereses de los activos congelados a Rusia por la guerra.
La agenda marca otros bilaterales con el presidente francés, Emmanuel Macron; el primer ministro canadiense, Justin Trudeau; el de India, Narendra Modi; el presidente de Turquía, Recep Tayip Erdogan; el de Argelia, Abdelmadjid Tebboune; el de Kenia, William Samoei Ruto, y con la directora del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva.