Jesús Álvarez del Toro // LUIS PADILLA NERVO Y LAS TESIS ESENCIALES DE LA POLÍTICA EXTERIOR MEXICANA (1958)

         Sorprende que al transcurso del tiempo los postulados del zamorano Luis Padilla Nervo continúen teniendo vigencia. La convulsión social que padecemos a nivel global nos hace recordar lo que tanto expuso Padilla Nervo.

         Una mínima parte del discurso pronunciado por el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Padilla Nervo, en la Asamblea General de la ONU el 6 de octubre de 1958, nos da cuenta cabal de la estatura moral del canciller mexicano. De la misma manera que nos debe llevar no sólo a la reflexión, sino a que exijamos a los gobiernos su puesta en práctica:

         “Reiteramos nuestra convicción de que la paz, la libertad y la justicia constituyen las bases del mundo que el hombre merece.

         Reiteramos nuestra convicción de que el respeto hacia la integridad territorial y la independencia política de todos los estados es la condición inequívoca de la seguridad.

Luis Padilla Nervo

         Reiteramos nuestra convicción de que todas las controversias internacionales pueden solucionarse por medios pacíficos, y afirmamos que el uso de la fuerza no es sólo moralmente reprobable, sino prácticamente ineficaz para resolver los problemas de la convivencia entre los estados.

         Reiteramos nuestra convicción de que el derecho de los pueblos al pleno goce de las libertades civiles y políticas, y la garantía de un nivel de vida ascendente para las grandes masas del mundo, son condición indispensable de la paz universal.

         Reiteramos nuestra convicción de que cada nación -producto de fuerzas históricas que no siempre es fácil comprender desde fuera- posee la plena facultad de darse el régimen político y económico que más le convenga, y de resolver soberanamente los problemas internos. Reafirmaos, en consecuencia, la validez del escudo que defienden este derecho autodeterminativo; el principio de no intervención.

         Reiteramos nuestra convicción de que el mantenimiento de las instituciones democráticas de cada pueblo es materia de su exclusiva competencia interna.

         Reiteramos nuestra convicción de que la prosperidad, como la paz, es indivisible. No se puede concebir un mundo de armonía en el cual la riqueza sea patrimonio de pocos, y el hambre condición de muchos. Si nuestro verdadero propósito es la paz, reconozcamos que el interés de uno es hoy el interés de todos”. (Antología de textos sobre política exterior. Compilación de Manuel Rodríguez Arriaga. Ed. PRI. México, 1986)

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JESÚS ÁLVAREZ DEL TORO

Jesús Alvarez del Toro, licenciado en Historia. Director del Museo de Zamora, Cronista de la ciudad de Zamora.

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