Algo (o mucho) está podrido en Sinaloa

Alfonso Zárate

La carta explosiva que Frank Pérez, el abogado de Ismael Zambada, dio a conocer el 10 de agosto habla de traición. Si El Mayo cayó en la trampa que le tendió su ahijado Joaquín Guzmán López, lo que vendrá es un baño de sangre, una guerra entre las dos fracciones del Cártel del Pacífico que se disputan el liderazgo: los Zambada y los Chapitos.

Además de la traición, la carta revela: 1) la participación en la trama del gobernador Rubén Rocha Moya, quien en distintos momentos ha revelado lo que es vox populi: que ningún gobernador de Sinaloa puede gobernar sin pactar con ellos; 2) que la impunidad de la que Zambada disfrutó por décadas solo se explica por las poderosas redes de protección de autoridades estatales y federales; el mismo día de su detención, Zambada acudió a la cita con cuatro escoltas, uno de ellos, José Rosario Heras López, comandante de la Policía Judicial del estado, lo que involucra en la connivencia y protección a la fiscal general, Sara Bruna Quiñónez y al propio gobernador que, más allá de disimulos, fue quien la puso allí.

3) La violación a la soberanía nacional y la desconfianza de las agencias norteamericanas ante la complicidad e inacción de las autoridades mexicanas, y 4) el narco como factótum en la Universidad Autónoma de Sinaloa —en la reunión a la que fue convocado, el capo mediaría en la decisión de escoger al nuevo rector, Héctor Cuén, diputado electo, exalcalde de Culiacán y ex rector, asesinado el mismo día de la maquinación, “era un viejo amigo mío”, escribió Zambada—.

En su momento, Héctor de Mauleón reveló la manera en que operó el cártel durante las elecciones del año 2021: el secuestro de cientos de operadores priistas, el robo de urnas, la intimidación a candidatos bajados a punta de pistola y otras acciones que contribuyeron al triunfo de Rocha.

Más indicios para acentuar las sospechas de la descomposición en Sinaloa: el mero día de los hechos, el gobernador se encontraba en Los Ángeles, a donde se transportó en un avión perteneciente a Jesús Vizcarra Calderón, exalcalde de Culiacán, hace tiempo aspirante a la gubernatura de Sinaloa y supuesto compadre de El Mayo.

En agosto de 2021, Salvador García Soto le preguntó a Rubén Rocha ¿cómo se gobierna un estado con un cártel tan poderoso?

—Pues, mira Salvador, no nos hagamos pendejos. Aquí todo el mundo sabe cómo está la cosa. Yo fui y hablé con ellos, los conozco porque soy de Badiraguato. Y yo fui a pedirles su apoyo. Quien te diga que quiere gobernar Sinaloa y no tiene el visto bueno de ellos, te miente.

La exculpación que tanto López Obrador como Claudia Sheinbaum le han dado al gobernador les puede salir muy cara. El país, no solo Sinaloa, sufre un desbordamiento criminal, pero Sheinbaum ya anunció que continuará el legado de López Obrador, ¿también en esto, Claudia?

Presidente de Grupo Consultor Interdisciplinario. @alfonsozarate

(El Universal)

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