Jesús Álvarez del Toro // La alarma mexicana y sus predicadores

         La deslegitimación como punta de lanza de una oposición que aún no termina de digerir su ominosa derrota, la continúa hundiendo. Sigue sin existir una personalidad fría que venga a tratar de reorganizar el océano de errores cometidos en una campaña política desastrosa y que infantilmente campea en el horizonte postelectoral, al extremo, nada halagüeño de celebrar y vitorear como propias, las campañas de oposición que desde el extranjero maniobran para tratar de descarrilar lo que se logró en el proceso electoral que está terminando.

         Las calificadoras internacionales y los gobiernos norteños de nuestra vecindad han lanzado públicamente los viejos apotegmas de “las crisis” que nos aguardan si no detenemos ahora las reformas que se propusieron en el proyecto programático del partido triunfador y sus asociados.

         Las catástrofes bíblicas que sufriremos por ser hijos desobedientes y no guardar “las formas” que la comunidad internacional (léase los dueños del mundo y los dueños del país), harán que los infiernos de Dante sean un paraíso a lo que cada mexicano sufrirá por no haber enmendado a tiempo el error de haber votado por los “comunistas”.

         Para quienes somos ya adultos de la tercera edad y recurrimos a la memoria nos explicamos que lo que ahora estamos viviendo se debe, en uno de los puntos neurálgicos, a la carencia de algunas materias que los reformadores educativos retiraron de los programas educativos, tales como el civismo, la ética, la estética e incluso la filosofía, materias que nos hacían voltear hacia nosotros mismos y nuestros semejantes como un lazo indisoluble que los teóricos denominaban “nacionalismo”, un inconmensurable amor a la patria.

         Hoy, nos parece increíble que en este tramo de nuestra existencia “globalizada” y en un mundo de “triunfadores” se festeje que el poder que ahora está en entredicho -el judicial- otorgue la razón a quienes no desean pagar impuestos, que peligrosos delincuentes salgan libres porque su detención no siguió “el debido proceso” y mil artimañas más.

         Como mexicanos debemos defender lo nuestro y no dejar engañarnos por las alarmas externas de profesionales del caos y menos aún, debemos dejarnos intimidar por las huestes que pretenden seguir llevándose lo nuestro.

¡Guía todavía existe!

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JESÚS ÁLVAREZ DEL TORO

Jesús Alvarez del Toro, licenciado en Historia. Director del Museo de Zamora, Cronista de la ciudad de Zamora.

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