Además de su importancia científica, los volcanes son un recordatorio de la fuerza de la naturaleza y de nuestra vulnerabilidad ante fenómenos geológicos
Con siete colosos en su territorio, el estado de Puebla se erige como un auténtico paraíso para los amantes de la naturaleza y la historia. Sus volcanes ofrecen una amplia gama de actividades para aventureros de todos los niveles, desde senderismo y ciclismo de montaña hasta alpinismo.
El Popocatépetl, como volcán activo, es monitoreado las 24 horas del día, gracias a una red de sensores que detectan cualquier cambio en su actividad.
Aunque el Popocatépetl es el más conocido por su constante actividad, existen otros seis volcanes que merecen ser mencionados. Aquí te presentamos una lista de los siete volcanes de Puebla:
Popocatépetl: Es uno de los volcanes con mayor protagonismo en todo México, siendo el más monitoreado debido a su constante actividad y su cercanía con grandes ciudades.
Iztaccíhuatl: Conocido por la mayoría de los poblanos como la «Mujer Dormida» debido a su peculiar forma, este volcán se encuentra inactivo y es parte de una leyenda azteca sobre amor y pérdida.
Pico de Orizaba (Citlaltépetl): Este coloso activo se comparte con el estado de Veracruz, está catalogado como el volcán más alto de México y el tercero de Norteamérica.
Sierra Negra: Este volcán se encuentra dentro del Parque Nacional Pico de Orizaba, en su cumbre se localiza el Gran Telescopio Milimétrico Alfonso Serrano, el mayor radiotelescopio del mundo en su rango de frecuencia.
La Malinche: Además de ser un volcán activo, la Malinche es una montaña que alberga una gran biodiversidad y es un destino popular para el senderismo.
Cuexcomate: Este pequeño volcán es una curiosidad geológica y un atractivo turístico en la ciudad de Puebla. Es considerado el geiser más pequeño del mundo.
Otzelotzi: Aunque menos conocido, el Otzelotzi es otro volcán ubicado en el estado de Puebla y es uno de los volcanes más meridionales del Eje Neovolcánico.
Más allá de su belleza escénica, los volcanes poblanos han moldeado la vida y la cultura. Además, han sido objeto de veneración por parte de las culturas prehispánicas, dejando un legado de mitos y leyendas que pervive hasta nuestros días.