Kamala Harris da espalda a católicos: no asistirá a importante evento. Último que lo hizo perdió elecciones

El evento benéfico anual, organizado por la Arquidiócesis de Nueva York, ha sido durante mucho tiempo un lugar donde los candidatos presidenciales dejan de lado sus diferencias para intercambiar bromas alegres y apoyar una causa noble.

 (ZENIT Noticias / Nueva York).- La vicepresidenta Kamala Harris ha sido noticia al optar por no asistir a la prestigiosa cena de Al Smith, rompiendo una tradición política que ha estado vigente durante casi cuatro décadas. El evento benéfico anual, organizado por la Arquidiócesis de Nueva York, ha sido durante mucho tiempo un lugar donde los candidatos presidenciales dejan de lado sus diferencias para intercambiar bromas alegres y apoyar una causa noble.

La decisión de Harris, anunciada el 21 de septiembre, es la primera vez que un candidato presidencial se salta la cena desde el candidato demócrata Walter Mondale en 1984. La cena, que recauda millones para Catholic Charities, ha sido un elemento básico de la buena voluntad bipartidista, con apariciones notables de figuras políticas, incluidos John F. Kennedy y Richard Nixon, que compartieron escenario en 1960.

La ausencia de Harris ha dejado a los organizadores, incluido el cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York, expresando su decepción. “Estábamos ansiosos por darle una cálida bienvenida a la vicepresidenta”, comentó Dolan durante una conferencia de prensa el 23 de septiembre. Agregó: “Este es un territorio nuevo para nosotros y no estamos muy seguros de cómo manejarlo”. Con una sonrisa, hizo referencia a la infame derrota aplastante de Mondale en 1984, bromeando: “No estoy diciendo que haya una conexión, pero la historia no ha sido amable con aquellos que se saltan la cena”.

Si bien el equipo de Harris citó los compromisos de campaña en estados clave como la razón de su ausencia, algunos especulan que puede haber más en la historia. El expresidente Donald Trump, que planea asistir a la cena, recurrió a las redes sociales para criticar a Harris, vinculando su decisión a lo que describió como sus “acciones anticatólicas”. Trump continuó acusando a la administración Biden-Harris de perseguir a los católicos, instando a los votantes católicos a repensar su apoyo a la vicepresidenta.

El evento, programado para el 17 de octubre, contará con una lista de invitados que incluye figuras prominentes tanto del ámbito político como del cultural. El comediante Jim Gaffigan, un conocido católico, será el anfitrión de la velada, lo que garantizará que el humor sea el centro de los procedimientos de la noche. Como dicta la tradición, los asistentes estarán deseando que ambos candidatos se burlen el uno del otro en un ambiente jovial.

A pesar de la decisión de Harris, las esperanzas de que asista no se han desvanecido por completo. El cardenal Dolan reveló que el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, y la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, han estado trabajando entre bastidores para convencer a la vicepresidenta de que reconsidere su asistencia. «El senador Schumer dijo: ‘No creo que haya tomado una decisión; creo que sus organizadores de eventos están diciendo que no’», explicó Dolan, expresando optimismo de que Harris aún podría aparecer.

Bill Donohue, presidente de la Liga Católica por los Derechos Civiles y Religiosos, intervino en el asunto, sugiriendo que la decisión de Harris podría haber sido acertada dada la naturaleza del evento. “Se trata de una cena de alto perfil con una amplia cobertura mediática. Es un ambiente jovial donde los candidatos pueden burlarse entre sí”, dijo Donohue. Especuló que Harris podría no sentirse cómoda en un ambiente así, en particular uno que podría aprovechar las fortalezas de Trump como neoyorquino nativo.

La cena Al Smith, que lleva el nombre del primer católico que se postuló a la presidencia, ha simbolizado durante mucho tiempo un raro momento de unidad y humor en el ámbito político. Mientras ambos partidos se reúnen para la velada, todas las miradas estarán puestas en si Harris, a pesar de la renuencia inicial, hace una aparición sorpresa después de todo. De todos modos, el evento seguirá siendo una muestra de civilidad y rivalidad amistosa, continuando su legado de tender puentes entre las divisiones políticas en pos de una causa benéfica.


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