J. Luis Seefoó Luján // Los 20 años  del Luis González, ¿son nada?

El joven y consolidado Premio Luis González y González a la mejor tesis de licenciatura en ciencias sociales y humanidades llega a los veinte años y ha cumplido convirtiendo diez y nueve (19) tesis en libros que son consultados en las mejores bibliotecas del país. Esta mañana de 23 de octubre estamos en la antesala de la obra número 20.

Este instante, la premiación, está precedido de meses de trabajo de campo y archivo, de lectura y revisión minuciosa, por parte de los tesistas,  directores, y jurados de exámenes, que aportaron su calificada energía para permitir que el Premio Luis González y González, en su vigésima edición 2024, dictaminara 64 materiales: 34 escritos por mujeres y 30 por hombres. A ellos se debe esta fiesta académica. Sin las y los jóvenes que aún se gradúan elaborando una tesis, este hermoso momento no existiría.

Ahora, en2024, quedamos algo retirados de la recepción récord de 85 tesis recibidas en la novena edición 2013: ochenta y cinco  participantes sigue siendo el “top” a superar.

Justo, este es uno de los retos del Premio Luis González: cada vez se avanza más en las universidades con novedosos conceptos que flexibilizan la titulación; entre ellos el desempeño escolar, alto promedio, exámenes nacionales, experiencia profesional, haber aprobado un trimestre en maestría y otros mecanismos más ágiles.

De modo paralelo -y a mayor velocidad- los medios electrónicos facilitan el aprendizaje en unos campos, pero en otros, como la escritura, parecen estropearla. Las herramientas digitales multiplican la comunicación, pero opacan la poética luna de octubre que es sustituida por el usual TQM y la dulce tentación  de la llamada “inteligencia artificial” presiona la creatividad humana convirtiendo el temor al plagio en una pálida sombra ante la potencia infinita de la IA.

Aquí asoma otro de los retos. A la amplitud, variedad y profundidad de las ciencias sociales y humanidades se agrega el casi imposible filtro al plagio y la inteligencia artificial. Por fortuna, desde  el trabajo fecundo de las distintas universidades del  país siguen fluyendo originales tesis. Esta ocasión, 26 de historia, 8 de lenguas, 6 de antropología social, 3 de relaciones internacionales y en menor número derecho, pedagogía, sociología y otras disciplinas.

Sin duda experimentamos un tropiezo y si ponemos atención al “más acá” nos percataremos del malestar que “retuerce” a Don Luis González. Es posible que su sueño de descentralización educativa estaría más tranquilo si “El Gordo  cayera” menos veces en la ciudad de México. Desde 2005 hasta nuestros días, de las veinte ediciones, catorce han premiado tesis elaboradas en la capital azteca. De ellas, siete de UNAM, 5 de la ENAH y dos del Colmex. En el presente treinta y ocho (38) de sesenta y cuatro (64) son de la CDMX y ocho más, de su zona metropolitana.

Parte de la explicación tiene relación con la alta densidad de las instituciones de educación superior instaladas en la capital. En el futuro habrá que extender la promoción hacia el norte, noroeste y sureste para que el Premio Luis González se sitúe se “desparrame” por todos lados.

El Premio, en la fase de promoción, recepción y registro electrónico es atendido por un equipo de excelentes y comprometidos colegas. En medios, el doctor Humberto Novelo, Alejandro y Laura Georgina; en la Unidad de Cómputo, Marco Antonio Tapia y sus poderosos colaboradores, Marco Antonio (Pinocho), Juan Carlos, Maggy, Rocío. Sin la elaboración de los promocionales y el diseño de la plataforma electrónica para el registro y evaluación, el trabajo consumiría más tiempo.

A nuestros buenos técnicos colmichianos, nuestra gratitud.

Ahora, la parte más complicada  y comprometedora es la evaluación – a doble ciego- de las tesis concursantes. Un componente sustancial son los criterios (originalidad, aportes al conocimiento, coherencia teórico-metodológico, adecuado y suficiente sustento bibliográfico, redacción) y otro que es clave es el equipo de profesores de reconocida solvencia ética y capacidad académica, ampliamente reconocida, tanto de instituciones externas como de casa. Un saludo y sentido agradecimiento para: Anahí Copitzy Gómez Fuentes, colega de la Universidad de Guadalajara, Campus Zapotlán; Cecilia Bautista García, de la Michoacana, UMSNH; Mónica Chávez González de la UNAM, Campus Morelia;  Oresta López Pérez, investigadora del Colegio de San Luis;  David Calderón García, Universidad de la Ciénega de Michoacán de Ocampo; Nora Edith Jiménez Hernández, Colmich-CEH; Octavio Montes Vega, Colmich-CEGH; Miguel J. Hernández Madrid, Colmich-CER

Por la complejidad, especialización, sobre carga laboral y situaciones emergentes se contó con el invaluable consejo de académicos que dictaminaron textos específicos: de la Universidad de la Ciénega, Omar Roque Bernal y del Colmich: Magdalena Amalia García Sánchez, arqueología;  Leopoldo López Valencia, de Tradiciones;  Victor Gayol de historia, Francisco Daniel Morales Hernández de antropología y Gustavo López Castro de rurales.

Casi el cien porciento de las y los evaluadores tiene el grado de doctor, son integrantes del sistema nacional de investigadores y tienen experiencia dirigiendo y/o evaluando tesis  de licenciatura y posgrado.

Sin esta labor, tan difícil y realizada cuando las hojas del calendario parecían caer más rápidamente, el Premio no sería posible

Nada fácil discernir ante trabajos de alta calidad. El arduo ejercicio de análisis llegó a su término y en la última revisión destacó la tesis titulada “Ix ka’ok/estar enfermo entre los O’dam (tepehuanes del sureste) de Santa María de Ocotán y Xoconoxtle, Durango: pluralismo médico y representaciones sociales del padecer diabetes”, merecedora del Premio Luis González 2024.La autora es Paulina Araceli Ángeles Cruz  de la Escuela Nacional de Antropología e Historia. (ENAH).

Desde una perspectiva interpretativa, Paulina, antropóloga social de la ENAH,  se propuso reflexionar sobre el carácter polisémico de la experiencia de vivir con diabetes tomando en consideración las nociones y explicaciones de los enfermos y de los médicos y/o curanderos, así como los conflictos y negociaciones surgidas entre ellos.

De igual modo, el Jurado  unánime, otorgó mención honorífica a “Mujeres, Cristianismo y Revolución: Análisis de la participación de las mujeres en el movimiento cristiano liberacionista en Nicaragua. Elementos para su historia”, escrita por Magaly Alcántara Ramírez en estudios latinoamericanos de la UNAM.

Magaly recupera  las historias de las mujeres de las iglesias y los espacios religiosos en el marco de la lucha antisomocista y la revolución en Nicaragua con el objetivo de repensar y abrir nuevos horizontes en la historia del movimiento cristiano liberacionista. La tesis reflexiona y deja testimonio de las razones de militancia política de las mujeres en ese episodio de la historia de América Latina.

Gracias a Paulina y a su directora, Dra. Laura Montesi Altamirano; gracias, a Magaly y a su director, dra. Guillermo José Fernández Ampíe; los  aportes de Paulina para conocer desde otro ángulo a la diabetes mellitus; y la mirada penetrante de Magaly, para entender la convulsionada Nicaragua, hoy son de invaluable calidad académica y de alto nivel de incidencia social.

El Dr. Eduardo Santiago Nabor y su servidor  -en funciones de  coordinadores del Premio Luis González y González 2024- estamos contentos por la misión que en febrero de 2024 nos asignó el Centro de Estudios Rurales y que ha sido una oportunidad de servir y de aprender. No sobra indicar que estos puntos de vista son personales.

Zamora, Michoacán a 23 de octubre de 2024

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JOSÉ LUIS SEEFOÓ LUJÁN

Dr. José Luis Seefoó Luján. Investigador en el Colegio de Michoacán. Normalista rural en los años sesenta, realizó estudios de economía en la Universidad Autónoma de Nayarit.

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