Esta solicitud busca restaurar la confianza del pueblo venezolano en un proceso electoral que ha sido ampliamente cuestionado, tanto a nivel nacional como internacional.
(ZENIT Noticias / Caracas).- En medio de acusaciones de fraude electoral en Venezuela, los obispos católicos han hecho un llamado urgente al Consejo Nacional Electoral (CNE) para que publique los detalles completos de los resultados de las elecciones presidenciales de julio de 2024, donde Nicolás Maduro fue reelegido por un estrecho margen. Esta solicitud busca restaurar la confianza del pueblo venezolano en un proceso electoral que ha sido ampliamente cuestionado, tanto a nivel nacional como internacional.
Durante una asamblea extraordinaria celebrada en Caracas entre el 15 y el 17 de octubre, los obispos expresaron su preocupación por la falta de transparencia en la divulgación de los resultados. «La verdad os hará libres», citaron, haciendo eco de las palabras bíblicas para subrayar la importancia de que se esclarezcan los datos del proceso electoral. Para ellos, la transparencia es esencial para construir una Venezuela «democrática y pacífica», un mensaje que también sirve como crítica directa al hermetismo del régimen.
La Esperanza de Cambio Frustrada
Previo a las elecciones, las encuestas mostraban una ventaja considerable para Edmundo González, el candidato apoyado por la líder opositora María Corina Machado. Sin embargo, a pesar de la supuesta ventaja de 30 puntos porcentuales, el CNE declaró a Maduro ganador con el 51% de los votos. Este anuncio fue recibido con escepticismo, especialmente después de que copias de los resultados obtenidas por la oposición y verificadas por el Centro Carter en Atlanta mostraran que González había ganado con más del 60% de los votos.
Tras la publicación de los resultados oficiales, González se vio obligado a exiliarse en España, mientras una oleada de protestas sacudía el país. Las manifestaciones fueron respondidas con detenciones y represión por parte del gobierno, profundizando aún más la crisis política en Venezuela.
La Iglesia y Su Rol Profético
Los obispos, además de pedir transparencia, denunciaron la creciente represión contra los manifestantes y exigieron la liberación de todos los detenidos, incluidos menores de edad. En su declaración, también reiteraron su compromiso con el pueblo venezolano, ofreciendo apoyo espiritual y material a través de diversas organizaciones eclesiásticas que siguen operando en medio de la crisis.
El exiliado padre Pedro Freites, quien ha sido una voz crítica contra el régimen desde Miami, destacó la valentía de la Iglesia venezolana al enfrentar a Maduro. Según Freites, en declaraciones a un medio confesional estadounidense, la oposición en esta ocasión ha sido más firme que en elecciones anteriores, donde se acusaba a algunos de sus miembros de colaborar con el gobierno. “Esta vez, ni Machado ni González se vendieron al régimen”, afirmó. Freites también recordó que la Iglesia ha tenido un papel crucial en la política venezolana desde los años 60, actuando como una voz moral frente a las injusticias del gobierno.
La Crisis de Confianza y El Futuro de Venezuela
Para los obispos, el actual régimen venezolano no sólo es totalitario, sino también criminal, lo que ha llevado a la Iglesia a asumir un rol central en la defensa de la democracia y los derechos humanos. Los prelados advierten que la represión y el fraude no pueden ser ignorados, y que es esencial que se abra un camino hacia el diálogo y la reconciliación, algo que consideran cada vez más difícil bajo el gobierno de Maduro.
Freites resumió el desafío diciendo que la misión de la Iglesia no se limita a predicar la fe, sino también a luchar por la justicia y la democracia. «Nuestro deber es iluminar los tiempos oscuros», concluyó, haciendo un llamado a los líderes eclesiásticos para que mantengan su compromiso con el pueblo venezolano, no solo en la oración, sino también en la acción política.
En un país donde la represión y el fraude han sido constantes, la exigencia de transparencia electoral y la lucha por los derechos básicos se han convertido en una lucha moral y ética que la Iglesia venezolana está dispuesta a liderar, con la esperanza de que la verdad pueda, eventualmente, hacer libres a los ciudadanos