La hermana Maya El Beaino, de las Hermanas de los Sagrados Corazones de Jesús y María, decidió quedarse con la comunidad cristiana de Aid Ebel, a 5 kilómetros de la frontera israelí, a pesar del “peligro constante”.
(ZENIT Noticias / Beirut).- Una hermana religiosa ha permanecido en el sur del Líbano devastado por la guerra para atender a miles de cristianos que aún se encuentran en la región –a pesar de los continuos ataques aéreos–, muchos de los cuales también han recibido ayuda de una importante organización benéfica católica.
La hermana Maya El Beaino, de las Hermanas de los Sagrados Corazones de Jesús y María, decidió quedarse con la comunidad cristiana de Aid Ebel, a 5 kilómetros de la frontera israelí, a pesar del “peligro constante”.
En declaraciones a la organización benéfica católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), la hermana El Beaino, que es la única miembro de su congregación que permanece en el convento, dijo: «Todavía hay unos 9.000 cristianos aquí en tres pueblos diferentes».
Agregó: “No hay hospital en la zona, no hay Cruz Roja y solo tenemos tres horas de electricidad al día. Eso significa que no hay Internet ni agua”.
En los últimos meses, ACN ha distribuido paquetes de alimentos a miles de familias y ayuda médica a 500 personas que han permanecido en el sur del Líbano a pesar de los peligros.
En junio, los intensos ataques aéreos en la región mataron a 37 personas y dejaron hasta 3.000 heridos.
La hermana El Beaino dijo que hay otras dos comunidades religiosas en el cercano pueblo de Rmaich, y su presencia es un consuelo para los cristianos locales.
Añadió: “Todos hablan de las personas que han huido a causa de los ataques, pero nadie habla de los muchos cristianos que se han quedado, porque tienen miedo de perder sus hogares para siempre. Es cierto que muchos abandonaron la región al comienzo de la guerra de Gaza en octubre de 2023, pero muchas familias han regresado a sus hogares, porque la vida en Beirut era demasiado cara y muchos no pudieron soportar la separación de los padres que se habían quedado solos en el sur”.
La hermana El Beaino explicó que la única escuela católica de la región, dirigida por su congregación para niños de 32 aldeas circundantes, ha pasado a la enseñanza en línea debido al conflicto armado.
Añadió: “La situación es simplemente terrible. La gente todavía tiene traumas de la guerra de 2006 y existe un gran temor de que los puentes y las carreteras sean bombardeados nuevamente, especialmente ahora que se habla de una invasión terrestre”.
Regina Lynch, presidenta ejecutiva de ACN (Internacional), ha pedido oraciones por la población del sur del Líbano, incluidas las víctimas de la guerra y los desplazados, y por el fin de la violencia.