El describió la manifestación como «una de las reuniones religiosas más grandes en la historia del país». Fue organizada por grupos cristianos, el Consejo de Iglesias Presbiterianas y las Iglesias Cristianas Unidas de Corea. Korea Herald
(ZENIT Noticias / Seúl).- Un millón cien mil personas de Corea del Sur, muchos de ellos cristianos y católicos, se manifestaron el domingo 27 de octubre en las calles de Seúl en protesta contra la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo que proponen los proyectos de ley contra la discriminación.
La nueva legislación pro-LGBTI sigue a la decisión de la Corte Suprema de julio pasado que otorgó derechos legales a los homosexuales, como recibir beneficios conyugales del Servicio Nacional de Seguro de Salud.
La asociación de dos millones de iglesias coreanas cristiana promovió un servicio de adoración masivo y una gran reunión de oración en las calles de Seúl con el lema titulado «Familia saludable, país santo». Al cálculo de participantes según los organizadores, se sumó un millón de participantes en línea.
Los manifestantes se concentraron en las oraciones durante el evento que duró tres horas. El Korea Herald describió la manifestación como «una de las reuniones religiosas más grandes en la historia del país». Fue organizada por grupos cristianos, el Consejo de Iglesias Presbiterianas y las Iglesias Cristianas Unidas de Corea.
El Korea Herald anota: «La manifestación, que se llevó a cabo en forma de servicio religioso, fue contra la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo y la aprobación de lo que los participantes han afirmado que es una ‘ley injusta’, una ordenanza legalmente vinculante que prohibiría la discriminación contra un individuo por motivos de género, religión, edad, raza, antecedentes académicos u orientación sexual”. Desde 2011 se han propuesto diferentes versiones de la ordenanza antidiscriminatoria, pero ninguna ha sido aprobada debido a la oposición del bloque conservador y de la comunidad cristiana.
Los manifestantes condenaron la legislación LGBTI como «contraria a la ley de la naturaleza y el orden en el que fue creado el mundo», además de un ataque a la libertad de conciencia y religión. Kim Jeong-hee, portavoz del comité organizador, también declaró que el veredicto de la corte que otorgó beneficios estatales a los homosexuales es inconstitucional, porque el «matrimonio» homosexual no está reconocido en Corea del Sur.