La narradora, poeta y ensayista asegura que los migrantes tienen una gran herida abierta
En «Herida fecunda» el libro con el que la escritora argenmex, Sandra Lorenzano, obtuvo el XV Premio Málaga de Ensayo, es un trabajo tan personal como universal, a través del exilio y la pérdida. Un libro poético de agradecimiento a México por ser casa de exiliados y migrantes, dice la narradora, poeta y ensayista, pero también de esperanza.
El libro publicado por Páginas de Espuma es un cúmulo de voces de escritores, artistas, pensadores y filósofos, de exiliados políticos, pues asegura que aun los migrantes echados por la pobreza o la violencia son un exiliados políticos.
¿Un libro escrito a lo largo de años de pensar el exilio?
Es un libro que te fui escribiendo a lo largo de un tiempo relativamente largo, es un ensayo literario, que yo llamaría más bien un ensayo poético, porque la profundidad que quiero construir a través del lenguaje en cada uno de los pequeños fragmentos, unos más pequeños otros menos, buscan esas múltiples significaciones que debe tener la palabra poética.
¿Una herida abierta que siempre ha sido fecunda?
Parto del concepto de vida fecunda, que es un concepto como lo pongo en el epígrafe tomado de Clarice Lispector ella misma una escritora exiliada migrante, y eso hace que su concepto de herida fecunda se parezca mucho a aquello que yo he querido transmitir a lo largo de los años de escritura, esta certeza de que el exilio como un tipo especial de migración, pero sucede con todas las migraciones no solamente con este exilio al que llamamos “político” como fue el exilio del Cono Sur.
¿Las migraciones de hoy son formas de exilio?
Creo que habría que decir que las migraciones por pobreza, por hambre, por violencia vivida en tu lugar de nacimiento, como pueden ser las o los migrantes centroamericanos o nuestros paisanos que cruzan hacia Estados Unidos, eso también es político, que no puedas vivir en tu propio país porque no se dan las condiciones económicas o los condiciones de seguridad es un exilio político. Las migraciones son una herida abierta, que tener que abandonar tu tierra, tu casa, tu hogar, tu familia es una llaga.
¿En tu caso esa herida ha generado creación?
Esta indiscutible herida provocada por el desarraigo puede volverse fecunda, puede volverse productiva, puede volverse creativa y eso a mí me resultó muy estimulante porque es mi propia experiencia, mi experiencia está reunida en esas dos palabras, toda mi experiencia en estos casi 50 años de vida en México. Una sabe que la herida está ahí, que no desaparece, que forma parte de ti y por lo tanto eres lo que eres también por esa herida; sin embargo, lo que tú hagas con esa herida es ya un trabajo más individual y personal, más de intentar reconstruir esos pedazos que son parte de ti a partir de ese quiebre que es el exilio.
¿Dices que es como pegar los pedazos rotos?
Tiene que ver con exilio y migración, pero tiene que ver con múltiples naufragios de la vida que todos tenemos, cuando pierdes un ser querido, cuando se rompe una relación amorosa, cuando tienes que cambiar de trabajo, en fin, cada uno tiene sus propios naufragios y me interesa mucho esta idea de cómo pegamos estos pedazos y que hacemos. Justamente es hacer productiva esa herida, de volverla fecunda.