Liberado un sacerdote nigeriano que se ofreció como cautivo, mientras aumentan los secuestros de clérigos en la región

Su liberación supone un momento de alivio en medio de la tensión que afecta a las comunidades cristianas de Nigeria, ya que el clero se enfrenta a crecientes amenazas de secuestro en la región sur del país

 (ZENIT Noticias / Agenegabode, Nigeria).- En el sur de Nigeria, un notable acto de sacrificio ha llevado a la liberación del padre Thomas Oyode, rector del Seminario Menor de la Inmaculada Concepción en Agenegabode, en el estado de Edo. Después de 11 días de cautiverio, el padre Oyode fue liberado por sus secuestradores el 7 de noviembre. Su detención comenzó el 27 de octubre cuando se ofreció como voluntario para ocupar el lugar de dos seminaristas que habían sido capturados durante una redada en el seminario. La diócesis de Auchi confirmó la noticia a la Agencia Fides, señalando que el padre Oyode está recibiendo atención médica para evaluar su estado de salud después de la terrible experiencia.

Su liberación supone un momento de alivio en medio de la tensión que afecta a las comunidades cristianas de Nigeria, ya que el clero se enfrenta a crecientes amenazas de secuestro en la región sur del país. Justo esta semana, se han registrado nuevos secuestros. El padre Christian Uchegbu, de la diócesis de Orlu, fue secuestrado el 6 de noviembre mientras viajaba desde Port Harcourt, en la región del delta del Níger. Además, el padre Emmanuel Azubuike fue secuestrado el 5 de noviembre en el estado de Imo.

Los secuestros de clérigos han aumentado en los últimos años en Nigeria, y los perpetradores suelen tener como blanco a los líderes de la iglesia para pedir rescate. La escalada de la situación ha llamado la atención sobre los desafíos de seguridad más amplios de Nigeria, donde los grupos criminales se aprovechan de la débil aplicación de la ley y la vulnerabilidad de la comunidad. Los líderes religiosos de todo el país han instado al gobierno a tomar medidas más enérgicas para proteger a las figuras religiosas y sus congregaciones.

Mientras el padre Oyode se recupera, su historia de coraje y sacrificio arroja luz sobre la resiliencia del clero de Nigeria, que sigue sirviendo a sus comunidades a pesar de los graves riesgos. Sin embargo, la ola de secuestros que no muestra signos de disminuir ha dejado a las congregaciones temerosas, y los líderes de la iglesia piden medidas urgentes para prevenir más violencia contra las figuras espirituales del país.


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