J. LUIS SEEFOÓ LUJÁN // Razón humana y libre albedrío Vs inocencia e indefensión animal

Si nada ocurre los días 30 y 31, diciembre de 2024 cerrará con 32 homicidios dolosos. Las muertes intencionales (32) y las 4 tentativas de homicidio (heridos) registrados por los medios de comunicación en Zamora-Jacona suman 36 víctimas (Tabla 1) en estos municipios que comparten la cuenca del Duero, la agricultura, el comercio y servicios, así como la acción delincuencial y las políticas de seguridad con el “toque” que cada autoridad local aplica.

Algunos eventos han sido más brutales que otros. El mes presentó momentos más sangrientos el día 2 con cinco decesos en la Colonia 1° de Mayo, seguidos de escenas de cacería en pleno centro religioso comercial el día miércoles 25 con dos muertes y dos heridos (Aquiles Serdán y Cázares) y un final (eso esperamos) el domingo 29 en Jacona (Colonia El Bosque) con dos homicidios y un herido.

Un rasgo distintivo de esas formas de exterminio humano es que no causan asombro, no parecen alterar la vida cotidiana de estos municipios y no motivan alguna expresión pública de malestar, de protesta social, como sí lo ha motivado la muerte de “El Güero”, un perro que perdió la vida por el acto no intencional de una menor que le lanzó un explosivo (“barreno” o  “petardo”) en calle 20 de noviembre y Zaragoza, Jacona, las primeras horas del 25 de diciembre.

Los 25 homicidios registrados en Zamora y 7 en Jacona en lo que va de diciembre son parte de la “normalidad” y son insuficientes para estimular alguna acción social; un asesinato o dos cada día se han naturalizado, pero que un ser humano, usando explosivos, de manera imprudencial o intencional, cause lesiones a un indefenso animal, eso sí  impacta la sensibilidad social.

Hoy es políticamente correcto expresar solidaridad con los perros, gatos y otras mascotas y es normal voltear la mirada hacia otro lado cuando en las calles Chapultepec y 5 de Febrero, cerca del jardín, la tarde del jueves 26 de diciembre asesinan a una mujer de dos disparos en la cabeza.

El sustrato de este comportamiento es la capacidad de razonar y la elección libre y voluntaria (libre albedrío) de los humanos frente a la carencia de esos atributos en los animales. Los animales son inocentes y están en condición de  indefensión aun cuando en no pocas ocasiones sus colmillos nos lleven al hospital.

Diciembre de 2024: una muerte diaria

El procedimiento de este seguimiento que llevamos a cabo desde 2016 se apoya en las publicaciones diarias trianguladas con otras fuentes (juicios orales, intercambios en WhatsApp) para completar evidencias; incluye los hechos intencionales y excluye los accidentes viales y laborales (no intencionales); contabiliza lo registrado dentro de los perímetros municipales de Zamora-Jacona y ocasionalmente da seguimiento al estado de los heridos. Se intenta, sin lograrlo, distinguir entre la violencia vinculada al narcotráfico y los homicidios derivados de otras fracturas sociales (pasionales, rencillas, p.e.)

Diciembre se caracteriza por la cifra más alta de homicidios del segundo semestre de 2024: 32 muertes violentas y por el más elevado cociente de letalidad, 88.8% de las víctimas fallecieron. Esta cualidad es importante: se trata de lesiones mortales, generalmente disparos a la cabeza. Y son acciones marcadamente masculinas (83.3%).

Ahora, separando los municipios, Zamora registró 25 homicidios y Jacona 7, de lo que se infieren tasas de mortalidad por cien mil habitantes de 12.20 y de 10.17, respectivamente, basados en las poblaciones de 204,860 y 68,781 que estima el censo de 2020. Zamora con el 75% de la población está levemente sobre representada con 78% de los homicidios; Jacona, con el 25% de la población tiene 22% de estos hechos.

De las 6 mujeres que perdieron la vida, 5 (83%) corresponden a Zamora y 1 a Jacona (17%).

Para el tramo de julio-diciembre de 2024 se estima -de modo preliminar- una media de 21 homicidios y 10 heridos mensuales. Diciembre no es el mes con mayor cifra de víctimas pues noviembre sumó 44 con 22 muertes y 22 heridos. No son cantidades pequeñas, pero sí menores a los años precedentes y marcan una tendencia hacia la baja.Alta sensibilidad por las mascotas

De 2016 a 2023, en Zamora-Jacona fueron asesinadas 3,219 personas y heridas otras 1,894. Este año 2024 agregará poco más de 250 para totalizar 3,500 homicidios en ese lapso (2016-2024). ¿Cuántas manifestaciones públicas se han llevado a cabo en 9 años? No más de cinco protestas, entre ellas las animadas por los casos de Marco Antonio Salinas (ciclista, promotor, marzo 8 de 2020; Sofia, menor de edad, Jacona, abril 2021). También, en varias ocasiones, se han expresado los altos directivos del clero y los partidos políticos en las demarcaciones que no administran alzan la voz por la paz y la seguridad con mucha fuerza.

En cambio, el maltrato animal ha suscitado fuertes manifestaciones humanas aún en aquellos espacios donde no residen. La relación crece: Bobby, agosto 2021, Tangamandapio; Bubba y Canela, agosto de 2023, alcalde de Tangancícuaro; perro asesinado, Palo Alto, Zamora, noviembre de 2024; Güero, Jacona, 25 diciembre de 2024).

Del caso reciente se ha informado que “El Güero”, perro callejero, murió a consecuencia de las heridas que le causó en la cara la explosión de un “barrenito” (petardo) lanzado por una menor. El hecho ocurrió en las calles Zaragoza y 20 de Noviembre, Jacona, apenas iniciado el 25 de diciembre (fiesta de Noche Buena). Los boletines que circulan narran que la menor se presentó ante la policía de Jacona y la fiscalía especializada en justicia penal para adolescentes.

Normatividad en pro de los animales

 Parte de un cambio civilizatorio es la aprobación de leyes y reglamentos para la protección animal y la cada vez más frecuente comparecencia de presuntos infractores ante la justicia. El Reglamento de Protección a los animales del municipio, por ejemplo, define la crueldad como “Acto de brutalidad, sádico, zoofílico o de inhumanidad e impiedad cometidos en contra de cualquier animal, ya sea por acción directa o por negligencia, ya sea que provoque o no la muerte de algún animal” (artículo 3, fracción XXXII, definiciones, PO 20-06-2019).

            El mismo ordenamiento prohíbe a los propietarios, poseedores o encargados de animales “permitir que los menores e incapaces, provoquen sufrimiento o muerte a los animales; además de la sanción que corresponda, deberá darse vista al Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia para los efectos que correspondan” (artículo 17, fracción IX, PO 20-06-2019). De difícil aplicación tratándose de un perro sin dueño.

            Y la parte referente a sanciones advierte lo que es un principio más general y aplicable al caso: “Para fines del presente Reglamento se considera legalmente responsables a las personas mayores de dieciocho años. Los padres o los tutores de los menores de edad, son responsables, por las faltas que estos cometen en los términos del presente Reglamento y de la legislación civil y penal aplicable” (artículo 110, PO 20-06-2019). Norma que advierte “La imposición de las sanciones previstas por el presente reglamento, no excluye la responsabilidad civil o penal y la eventual indemnización o reparación del daño que pudiera corresponder y recae sobre el sancionado” (artículo 111, PO 20-06-2019).

            En sentido similar, Ley de derechos y protección para los animales en el estado de Michoacán de Ocampo, indica que: “Los responsables o custodios de los animales domésticos se harán acreedores a las sanciones correspondientes y a resarcir los daños y perjuicios que causaren a terceros, cosas u otros animales no humanos, lo anterior con apego a lo establecido en esta Ley y las demás aplicables al caso concreto (artículo 28, PO 28 agosto de 2019).

Enseñanzas del “Güero”

La muerte de “El Güero” a causa del explosivo lanzado por una menor abre importantes dimensiones de un asunto enmarañado: 1) La responsabilidad de los padres o tutores 2) La (in) capacidad de decisión de una persona y su condición de menor de edad para ser sancionada por una acción imprudencial; 3) El papel -responsabilidad del dueño por abandono de su mascota; 4) ¿Quién y cómo autoriza la venta de toda clase de explosivos “festivos” aparentemente inofensivos?  5) La (i) responsabilidad de las autoridades: ¿No saben los inspectores municipales qué se vende en cualquier tienda de abarrotes o puesto (informal) en la calle? ¿Es cuestión del gobierno municipal, estatal o federal? Y, 6) ¿Cuál sería la disposición de todas las personas si, efectivamente, se prohibiera la venta de este tipo de mercancías?

En tanto me aclaro estas interrogantes, ensayaré estas propuestas:

a). Toda esa clase de “palomitas”, “busca píes”, “cohetes”, “petardos” cubren la necesidad de violencia que tenemos como sociedad. La gente (tú, yo, nosotros) se afirma frente al vecino “tronándole un cohetito” en su puerta o ventana; al lanzar “cohetes” o disparar al aire en los sepelios o fiestas resuelve una profunda necesidad de afirmación (violenta);

            b). La gran cantidad y variedad de perros abandonados (viejos y/o enfermos; hembras; no “manejables”) no tiene solución; son una suerte de “juguete” que se adquiere por venta o donación y se desecha para adquirir otro más nuevo o de modelo reciente (consumismo);

            c). La autoridad (formal, legal) no puede ni quiere controlar la compra-venta de pólvora y es probable que otro tipo de “autoridad no legal” tenga mayor capacidad de decisión en ese campo;

            d). La pérdida de (tantas) vidas humanas por la violencia homicida está suficientemente naturalizada y no estimulará protestas a menos que llegue a afectar directamente a estratos sociales privilegiados.

El reconocimiento general de que las personas poseen razón y libre albedrío mientras que las mascotas no tienen capacidad de discernir y están en situación de indefensión, es una poderosa orientación  para la solidaridad con los perros y el olvido de los humanos.  

Zamora, Michoacán, diciembre 30 de 2024

jlseefoo@gmail.com

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JOSÉ LUIS SEEFOÓ LUJÁN

Dr. José Luis Seefoó Luján. Investigador en el Colegio de Michoacán. Normalista rural en los años sesenta, realizó estudios de economía en la Universidad Autónoma de Nayarit.

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