Es una constatación: el invierno es el peor periodo del año para la salud del Papa Francisco.
(ZENIT Noticias / Roma).- Hacia el final de la tarde del jueves 6 de febrero la Sala de Prensa de la Santa Sede informó que “Debido a una bronquitis que padece estos días, y para poder continuar con sus actividades, el viernes 7 y el sábado 8 de febrero, las audiencias del Papa Francisco tendrán lugar en la Casa Santa Marta”.
Que el Papa no se encontraba completamente bien de salud lo reflejaron dos hechos: durante la audiencia general del miércoles 5 de febrero la catequesis no fue leída por el Papa sino por uno de sus ayudantes. Un día después, el jueves 6, mantuvo las audiencias con clero y monjes ortodoxos y con obstetras y ginecólogos italianos, pero no pronunció los discursos preparados sino que los entregó por escrito.
Sin embargo, la salud del Papa Francisco, un hombre de 88 años, no sólo se puede ver por estos últimos hechos.
A inicios de diciembre de 2024 se le pudo apreciar con un hematoma en el cuello resultado de una caída. Semanas después, el 16 de enero, el Papa aparecía públicamente con el brazo inmovilizado y usando un cabestrillo de tela. ¿La razón? Una segunda caída. Finalmente, el sábado 1 de febrero el Papa estuvo al borde de un tercer episodio de caída, ahora en público, al ingresar al Aula Pablo VI del Vaticano usando un bastón.
Desde junio de 2023 la salud del Papa se ha deteriorado más. Por entonces fue intervenido por afecciones en el colón. En el periodo invernal de 2023-2024 el Papa dejó de leer sus discursos en público e incluso tuvo que cancelar eventos, un viaje internacional anunciado (a Dubai). Es una constatación: el invierno es el peor periodo del año para la salud del Papa Francisco.