Ni un peso más para que se lo sigan robando los políticos; ni un peso sin que se transparente el gasto.
Ya hemos dejado claro en otros artículos que Pemex está totalmente quebrado. El dictamen del despacho contable KPMG, presentado el 22 de abril de 2025 sobre los estados financieros consolidados al 31 de diciembre 2024, nos dice que la petrolera mexicana cuenta de activos totales de 2.2 billones de pesos, un total de pasivo de 4.2 billones dejando un déficit total de capital de -2.0 billones de pesos; igualmente se reporta una pérdida neta de 780 mil millones de pesos en 2024.
Necesitamos que Pemex garantice su permanencia siendo rentable para que vuelva a aportar recursos al desarrollo del país. Ya que mientras Pemex siga quebrado y perdiendo dinero, esto seguirá impactando negativamente las finanzas públicas. Hoy Pemex no es de los mexicanos sino de los acreedores.
Lo anterior viene a colación por que el pasado 12 de junio el economista en jefe de BBVA México, Carlos Serrano, advirtió que el problema más grande para las finanzas del gobierno federal se llama Pemex.
“Hay riesgo de que Fitch Rating sea la calificadora que quite el grado de inversión”, señaló el especialista. Serrano nos dice que Pemex antes aportaba 4 puntos del PIB al gobierno y hoy, al estar totalmente quebrada, le quita 2 puntos.
El economista sugiere que esto se puede evitar, pero “hay que tomar decisiones con Pemex y aumentar la recaudación”. Para justificar una reforma fiscal, Carlos Serrano resalta que el gobierno federal únicamente cuenta con 7 puntos del PIB para atender educación, seguridad, salud e infraestructura, pues el resto está comprometido con el pago de la deuda y las pensiones. “México tiene solo 7 puntos para gastar en todo, de ese tamaño es el problema fiscal de México”, concluyó.
Coincido plenamente con el economista Carlos Serrano sobre la necesidad de tomar decisiones con Pemex, pero concuerdo parcialmente sobre el requisito de una reforma fiscal que permita elevar la recaudación. Me explico.
Efectivamente el gobierno federal debe incrementar la recaudación fiscal, sin embargo lo que realmente necesita el país es una reforma fiscal integral que incluya acciones, medidas y leyes para elevar la recaudación, pero también debe revisarse el gasto público ya que el gobierno cuesta mucho, tiene grandes fugas producto de la ineficiencia e ineficacia del gasto y de la espeluznante corrupción que se vive en el gobierno.
Y finalmente, el gobierno regresa a la sociedad recursos en bienes y/o servicios de muy mala calidad. Además, el gobierno gasta sin transparencia y sin prioridades redistributivas y sin apego a las necesidades que marca la demografía. El gasto se realiza a capricho de los gobernantes en turno en los diferentes niveles.
Los gobiernos federal, estatales y municipales tienen que tomar medidas que permitan mejorar e incrementar su recaudación, pero la burocracia del gobierno debe costar menos, debe combatirse decididamente la corrupción y el gobierno debe mejorar la calidad y cobertura de sus servicios. Y todo debe realizarse con eficiencia, transparencia y honestidad; solo así se justifica una reforma fiscal.
Ni un peso más al gobierno para que se lo sigan robando los políticos y sus hijos, ni un peso más para engordar los gastos de la burocracia, ni un peso sin que se transparente el gasto público, ya que la información pública tiene que ser pública. Ni un peso más si el gobierno no se compromete a mejorar la calidad y la cobertura de sus servicios.
Ingeniero industrial y empresario
