El narco mexicano se ha extendido a Polonia y Francia, reconoce Alexis Goosdeel, director ejecutivo de la Agencia de la Unión Europea sobre Drogas
Bruselas.— El espacio geográfico europeo en donde el narco mexicano está involucrado en la producción local de metanfetamina, principalmente presentada en crystal, se está amplificando a niveles no vistos.
Luego de hacer presencia durante años en Holanda y Bélgica, con el envío de cocineros y transferencia de know how para la fabricación de crystal, algunas veces de calidad incomparable en suelo europeo, el narco mexicano se ha extendido a Polonia y Francia, reconoce Alexis Goosdeel, director ejecutivo de la Agencia de la Unión Europea sobre Drogas (EUDA, por sus siglas en inglés).
“Recientemente ha habido laboratorios ilícitos desmantelados con la capacidad industrial para producir drogas sintéticas —especialmente metanfetaminas— y en algunos casos estuvieron involucrados criminales de origen mexicano”.
“También, algunos de los procesos químicos usados en esos laboratorios seguían los modelos de producción usados por los cárteles en México. Hubo algunos casos en enero en Polonia, y en mayo en Francia”, detalla Goosdeel, quien por una década ha dirigido el brazo de la UE especializado en el estudio de la problemática de drogas con base en la recaudación de evidencias científicas.
Polonia aumentó la guardia el año pasado tras el desmantelamiento del laboratorio de metanfetamina que operaba clandestinamente en un poblado del distrito de Bielsko-Biala.
En el operativo, divulgado el 26 de septiembre pasado por la Oficina Central de Investigación de Polonia (CBSP), se incautaron casi 120 litros de metanfetamina líquida, valuada en el mercado en 1.63 millones de euros, y detuvieron infraganti a cuatro mexicanos. “Los detenidos fueron llevados a la Fiscalía de Distrito, donde fueron acusados de dirigir un grupo de delincuencia organizada y participar en la producción de grandes cantidades de droga”.
En Francia, el Cártel de Sinaloa sufrió recientemente dos duros descalabros. En cumplimiento a una orden de captura internacional recibida el 21 de mayo, en Saint-Ouen-l’Aumône, a unos 30 kilómetros al norte de París, fue detenido un hombre identificado como Elías Heriberto Ravo Tobar, de origen colombiano y presuntamente vinculado al Cártel de Sinaloa.
El 19 de mayo, en un operativo encabezado por las autoridades de Marsella, Francia, fueron arrestadas 16 personas pertenecientes a una red asociada al Cártel de Sinaloa y bandas activas en Bélgica, España, Países Bajos y Nueva Zelanda. Uno de los detenidos tenía doble nacionalidad mexicana-estadounidense y las investigaciones condujeron a un antiguo laboratorio de drogas, donde encontraron indicios de producción de metanfetamina. “El caso de Marsella pone de relieve un fenómeno que ya es frecuente en Europa, la asociación entre delincuentes u organizaciones delictivas europeas y homólogos latinoamericanos, sobre todo para la producción de drogas”, dice a EL UNIVERSAL Laurent Laniel, jefe de la unidad especializada en precursores, delincuencia y mercados de drogas en la EUDA.
“Las organizaciones mexicanas, Cártel de Sinaloa y Cártel Jalisco Nueva Generación han sido mencionadas en varias ocasiones en varios países de la UE como grupos con vínculos con bandas delictivas locales para la producción ilícita de metanfetamina y cocaína [base a clorhidrato]”, advierte.
Laniel, quien por tres décadas le ha seguido la pista al tráfico de drogas a través de las rutas del Atlántico, asegura que el fenómeno no es exclusivo de los mexicanos, y sostiene que hay otros grupos involucrados, como las redes brasileñas Primer Comando do Capital y Comando Vermelho, que frecuentemente trabajan en asociación con delincuentes europeos para producir y enviar sustancias ilícitas.
“Este mismo ‘modelo’ de alianzas también se ha identificado en otras partes del mundo, por ejemplo en Australia y en América Latina y el Caribe. Es probable que funcione en ambos lados del Atlántico, porque los delincuentes europeos pueden comprar drogas, especialmente cocaína, directamente de las organizaciones criminales que producen la droga en Colombia, Perú y Bolivia (…) También es probable, aunque no se me ocurre por el momento un caso concreto, que estas asociaciones además se usen para blanquear las ganancias del narcotráfico en Europa y de otros lugares, en nombre tanto de las redes delictivas europeas como latinoamericanas, incluyendo mexicanas”.
Las declaraciones de los expertos tuvieron lugar en la presentación en Lisboa del informe anual de la EUDA, que pone los reflectores sobre las tendencias más preocupantes del momento en los mercados de las drogas en Europa. Además del aumento sobre la disponibilidad y el uso de estimulantes, concretamente cocaína y catinonas, inquieta la proliferación de nuevos opiáceos y cannabinoides sintéticos. Goosdeel, quien prepara su retiro tras una década al frente del organismo, expresó su preocupación por la presencia de un discurso represivo y que criminaliza al usuario de sustancias ilícitas, así como por los recortes a los programas dirigidos a reducir daños.
Dijo que la tendencia podría “debilitar aún más la parte más vulnerable de la sociedad”, lo que implicaría otro riesgo, considerando el alza en el reclutamiento de jóvenes por cárteles y la violencia criminal.
