El paso del siglo XIX al siglo XX, algunas de las actividades económicas de nuestra ciudad dan cuenta de los gremios existentes y del prestigio que cada uno de ellos tenían no sólo en la ciudad, sino en el entrono regional e incluso, extendiéndose a varios estados de la República. De manera general, podemos decir que si bien es cierto sobresalían la rebocería y las tenerías, había también un buen número de herreros, músicos, peluqueros y un sector comercial pujante, basado en el abastecimiento de carnes.
La fabricación y comercio de rebozo, así como de fajas, entretenía a un buen número de zamoranos, los que extendían la actividad económica otorgando trabajo a otro buen número de zamoranos. Algunos fabricantes y comerciantes de rebozo fueron: Rafael Álvarez; José Jesús Hernández; Ramón Guillén; Francisco Pulido; Ramón Gontes; Ygnacio Martínez; Claudio Méndez; Cruz Corona ; Ygnacio Méndez; Juan Vázquez; Juan López; Ygnacio Barajas; 13.- Tenorio Navarrete; José María García; Pánfilo García; J. Trinidad León; Ruperto Talancón; Basilio Hernández; Bruno Martínez; Hermenegildo Méndez; Alberto Martínez; Lucio Vázquez; Severo Medrano; Mario Vázquez ; Rafael Méndez; J. Trinidad Gutiérrez; Eugenio Molina; Rosendo Olivos; Albino Luna; Ysidro Ramírez.
Muchos de los nombres y hombres anteriores continuaron con la actividad hasta más acá de la segunda mitad del siglo XX y enclavados, sobre todo en dos barrios: el barrio de Madrigal y el barrio de los Callejones, lo que ahora son las calles de Insurgentes norte, Aquiles Serdán norte y la calle Lerdo de Tejada.
La herrería, usual por estar vinculada a la agricultura y el comercio, ya que era necesario para la forja de instrumentos de producción agrícola como las puntas de los arados, fabricación de azadones, palas de pico y herraje de las bestias de carga; ocupaba a otro buen tanto de zamoranos: Ramón García; José Jesús Rodríguez; José María Melendres; Pedro Padilla; León Manrríquez; Antonio Rodríguez; Francisco García; Jacinto Gómez; Juan Rodríguez; José Jesús Saavedra; Casimiro Vaca; Juan Mendoza; Francisco Liévanos; Ramón Vaca; Julián Mendoza; José Jesús Echevarría; Fructuoso Maldonado; Pedro Padilla; Francisco Jiménez; Francisco Villaseñor; Francisco García; José Jesús Maldonado; Rafael Maldonado; Jacinto Gómez; Miguel Jiménez; Ramón Mendoza; Antonio Betancourt y Mónico Gómez. En este mismo apartado se incluyó a los lamineros. De la misma manera de entre los herreros y lamineros, encontramos a familias que continuaron la tradición hasta nuestros días; por ejemplo, la familia Vaca asentada por la calle Eleuterio González, del barrio de Madrigal, continúa el oficio de sus ancestros.
Los carpinteros era otro rubro de la actividad económica que adquirió prestigio en la región; aquí mencionamos algunos personajes que se dedicaron a dicha actividad: Antonio Navarrete; J. Trinidad Roldán; Antonio Rivera; Sacramento M. Aguilar; Ramón Aguilar; Joaquín Navarro; Juan Arévalos e Ignacio Alcalá.
Los abastecedores de carnes o carniceros, pasaban el tiempo sacrificando reses, puercos y otros animales, como tlacuaches, conejos y chivos. Se dedicaban a esta actividad: Pedro Milián; Pedro Espinoza; Rafael Lozano; Tiburcio Lozano; Epifenio Lozano; Vicente Lozano; Jesús Lozano; Calixto Mora; Luis Alcalá; José María Hurtado y Cristóbal Rivas.
Pero también era necesario el esparcimiento cultural y espiritual de los zamoranos de entre siglos. Excelentes músicos vinieron a otorgar un bien ganado prestigio a la ciudad; recordemos a don Fernando Méndez Velázquez, a la maestra Esperanza Pulido Silva y a José Pulido, tríada que trascendió el ámbito local y regional, pasando a las grandes ligas. Aquí, también, muchos de los nombres que mencionaremos hicieron escuela: Jesús Vázquez; Rafael Victoria; Vicente Olloqui; Rafael López; Refugio Ochoa; Melesio Alcalá; Francisco Rivera; Carlos Cornejo; Rafael Hernández; Rafael Álvarez; Francisco Cervantes; Valerio Alvarado y José María Barrios.
La agricultura y la tenería, ya la hemos tratado en entregas anteriores en este semanario. Aún existen huellas de las actividades de los anteriores personajes y también existen descendientes directos de los mismos. Sirva la presente para recordar a tanto zamorano en el olvido.
