El título de esta columna no es casual, si bien los homicidios dolosos muestran una baja considerable de 2022 a 2023, la proximidad geográfica de los hechos, la familiaridad de apodos o nombres, la ocurrencia de eventos a plena luz del día provocan la sensación de que el círculo de la muerte se cierra. Los eventos violentos no sólo se concentran en lo que denominamos desde 2014, “polígonos de inseguridad” o “espacios de riesgo” sino que se diseminan por toda la ciudad con focos más intensos en reconocidas colonias.
Siguiendo la misma metodología (reportes de los medios y redes, unidad de observación, criterios de exclusión), Zamora-Jacona llegaron a un nivel máximo de víctimas (894) en 2020 y top superior de homicidios (647) en 2021 y luego empezó a descender lentamente. 2023 no parece que vaya a superar las 300 muertes intencionales.
Remarco: menos de 300 muertos se aleja de los 647 de 2021, pero sentimos la violencia muy cerquita y podemos repetir que Zamora es la ciudad más violenta de todo el país.
Noviembre confirma la curva descendente que se ha observado durante 2023 con altibajos (Tabla 1). De la media de 33.7 muertes violentas de 2016 a 2023 (octubre), el mes pasado registró 17 homicidios y ya en marzo había marcado la cifra histórica de 13 decesos en Zamora-Jacona.
Las cifras no dicen mucho
Noviembre apunta 17 homicidios y 12 tentativas (heridos) que se distribuyen así: Zamora 13 muertes y 7 heridos (20); Jacona, 4 y 5. Ambos municipios suman 29 casos que promedian una víctima por día (
De las 17 muertes, 3 corresponden al sexo femenino y 14 al masculino. Los 12 heridos, todos, hombres. Del total, 26 hombres representan 89.6%. Las víctimas siguen sobre representadas por los masculinos (Tabla 2).
Las cifras no dicen gran cosa. No hablan de tres mujeres a las que se privó de la vida (3 y 7 de diciembre) con especial brutalidad; no platican del sufrimiento al que fue sometido Hugo Fernando J.B., desmembrado y esparcido en distintos puntos de Ex Hacienda de El Refugio (15-11-23).
Los números fríos no dan lugar para imaginar que Alberto S.P. 33, entrenador de box, es el joven Sánchez Palomar que perdió la pierna a causa de un disparo policial el 15 de febrero de 2015 y que ahora, en noviembre 28 fue herido de nueva cuenta -en otras circunstancias. El hechos nos convoca a pensar si la experiencia sirve para modificar los cursos de la vida o es “como el peine al calvo”.
Noviembre no reduce la sensación de vulnerabilidad de la población no armada cuando las víctimas mortales son elementos de las fuerzas policíacas. Daniel Víctor Medina, 40 años (3-12-23, 5 de mayo y Juárez) se suma a la lista de efectivos de la policía que pierden la vida en eventos que tiene lugar a la luz del día en pleno centro de Zamora.
Aún lejos de las “cifras normales”
No naturalizo la violencia homicida, sólo advierto que los 8 homicidios por cada cien mil habitantes que México contabilizaba en tiempos sin “guerra contra el narcotráfico”, sin guerras civiles, sin guerra “sucia” ejercida por el Estado contra opositores, fue la cifra “aceptada” como una medida base. Estamos lejos de anotar 8 muertes anuales por cada cien mil; Zamora “admitiría” 16 difuntos por año (diez y seis).
Así, aún con los sucesos violentos cotidianos, Zamora-Jacona han tenido menos funerales -por esa causa- en 2023.
Zamora, Michoacán 8 de diciembre de 2023
J. Luis Seefoó Luján